
En un deporte casi milenario como el sumo, íntimamente ligado a la historia de Japón, por primera vez un ucraniano es campeón. Lo ha conseguido Danylo Yavhusishyn, que combate bajo el nombre de Aonishiki Arata y se impuso en el torneo Kyushu este domingo con una victoria sobre el mongol Hoshoryu, marcando un hito.
Yavhusishyn es solo el segundo de su país que se dedica a esta disciplina de contacto. Ya participó en los mundiales juveniles por su país, del que huyó hace tres años, con el inicio de la invasión rusa, para seguir persiguiendo su sueño, alcanzar lo más alto del escalafón del sumo. El primero fue Serhii Sokolovskyi, conocido en este mundo como Shishi.
Una vez en el país del sol naciente, al que pudo viajar porque no entraba en la edad de reclutamiento por meses, fue acogido por otro luchador con el que había coincidido en torneos para adolescentes, Arata Yamanaka. “Le estoy muy agradecido. Yo en su lugar no habría hecho lo mismo”, declaró hace poco. Bajo su amparo protagonizó una escalada meteórica, y ya ha sido ordenado ozeki, la segunda categoría más alta tras los yokozunas, por la Asociación Japonesa de Sumo. Mide 1,82 y pesa 140 kilos.
Pero Yavhusishyn, que ha protagonizado la quinta promoción más rápida entre divisiones desde que se emplea el sistema actual de ranking, con seis torneos por año, estrenado en 1958, no piensa detenerse. “Estoy contento, pero hay una categoría más alta. Quiero trabajar para llegar a ella”, lanzó ambicioso tras hacer historia de su deporte.