Economía

Estiman que el déficit fiscal a julio llegó a 4,6% del PIB y hasta fin de año rebasará el 10%

“El déficit fiscal ha sido el factor que más contribuyó a generar la profunda crisis económica en la cual se encuentra la economía boliviana”, sostiene el investigador del Inesad, Luis Carlos Jemio en un análisis sobre el déficit.

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Economía | Visión 360 | 2025-10-01 15:08:00

Un análisis del investigador del Instituto de Estudios Avanzados en Desarrollo (Inesad), Luis Carlos Jemio, estima que entre enero y julio de este año el déficit fiscal alcanzó el 4,64% del PIB y que hasta fin de año crecerá por encima del 10%. Esta brecha entre ingresos y gastos del Estado, se ha financiado en un 80% con fuentes internas durante los últimos años.

"El déficit fiscal ha sido el factor que más contribuyó a generar la profunda crisis económica en la cual se encuentra la economía boliviana. En el periodo 2015 a 2024, el déficit del sector público no Financiero (SPNF) ha sido en promedio anual de 8,7% del PIB. Estos déficits han sido mayoritariamente financiados por fuentes internas (aproximadamente en un 80%)", precisa el análisis. Del total del financiamiento interno, aproximadamente un 80% provino del Banco Central, y el resto de otras fuentes, principalmente, de la colocación de bonos del TGN en los fondos de pensiones.


Señaló que en 2025, el Gobierno ha continuado con la política de mantener un elevado déficit fiscal, y de financiarlo principalmente a través de fuentes internas (Banco Central y fondos de pensiones). “El Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, no ha publicado a la fecha ningún dato sobre las operaciones del SPNF para este año, a pesar de la importancia y necesidad de contar con esta información, para hacer un seguimiento al desempeño de la economía, especialmente en la coyuntura actual, cuando se aproxima un cambio de gobierno, y serán las nuevas autoridades las encargadas de corregir este significativo desequilibrio”, precisó.

Sin embargo, Jemio sostiene que es posible realizar una estimación del déficit fiscal para 2025, a partir de los datos disponibles sobre la evolución de la deuda pública, externa e interna, publicados por el Banco Central de Bolivia y el Ministerio de Economía hasta el mes de julio.

De acuerdo con esta información, en el periodo enero-julio 2025, el SPNF ha recibido un financiamiento total de 2.604 millones de dólares (4.64% del PIB), monto que sería equivalente al déficit fiscal incurrido durante este periodo.

Añadió que como ha sido la tendencia de los últimos años, el financiamiento provino mayoritariamente de fuentes interna (4,25% del PIB), de los cuales 1.191 millones de dólares (2,12% del PIB) fue financiamiento del BCB y 1.196 millones de dólares (2.13% del PIB) de fuentes privadas, principalmente de los fondos de pensiones. El financiamiento externo neto fue de solo 0,39% del PIB (218 millones de dólares), que fueron nuevos desembolsos y amortizaciones.

De acuerdo con Jemio, el elevado déficit fiscal observado hasta julio 2025, nuevamente tendrá el efecto de aumentar la deuda pública, que ha venido creciendo en forma sostenida en los últimos años. A julio 2025, esta alcanza a 44.060 millones de dólares, de los cuales 30.289 millones de dólares son deuda interna y 13.770 millones de dólares son deuda externa.

“A pesar de que la deuda pública ha continuado creciendo en términos absolutos durante 2025, esta presenta una significativa caída en términos de porcentaje del PIB. Esto se debe a que, la deuda interna está denominada principalmente en bolivianos, y no se encuentra indexada al dólar ni a la inflación, mientras que el PIB nominal ha continuado creciendo a tasas cada vez mayores, debido a la mayor inflación que está experimentando la economía boliviana, aunque la tasa de crecimiento real del PIB se hace cada vez más baja”, puntualizó.

Jemio manifiesta en su análisis que la deuda pública continúa aumentando en términos absolutos durante el 2025, debido a que el déficit fiscal se mantiene en niveles elevados.

“Hasta julio de este año, el financiamiento total al SPNF, tanto externo como interno, asciende a 2.604 millones de dólares (4,64% del PIB), que sería equivalente al déficit del SPNF acumulado en el año hasta ese mes. Con este financiamiento adicional, la deuda pública a julio 2025 llegó a 44.060 millones de dólares, mayoritariamente deuda interna no indexada, por lo que la tasa de endeudamiento (relación deuda-PIB) habría caído a 78,5% del PIB, debido a la mayor tasa de inflación que experimenta la economía, que hace crecer el PIB en términos nominales, y hace caer el valor real de la deuda interna”, subrayó.


Para el economista, los grandes perdedores de este comportamiento son los poseedores de los pasivos del BCB, principalmente la emisión que pierde valor debido a la mayor inflación y los miembros del sistema de pensiones, cuyas contribuciones previsionales han sido invertidas en títulos de deuda pública no indexados.

¿A cuánto podría llegar el déficit fiscal para todo el año 2025, dado el déficit alcanzado hasta julio? Jemio en sus análisis indica que el déficit para el periodo enero-julio ha ido aumentando en los últimos años, 2,4% en 2023 (siete meses) y 10,9% anual; 3,8% en 2024 y anual 10,2%.

“Se observa que la mayor parte del déficit se genera en la segunda mitad del año, debido a que una mayor parte de los gastos públicos están concentrados en los últimos meses del año, como es el caso del pago de aguinaldos. Por este motivo, se esperaría que el déficit fiscal para el año 2025 se sitúe en niveles similares o superiores a los alcanzados en los años 2023 y 2024, es decir, superiores a 10% del PIB”, apuntó.

Déficit fiscal y gastos en ascenso

Visión 360informó el domingo y el martes que el déficit fiscal en 2023 y 2024 llegó a los picos más altos en 19 años de gobiernos del Movimiento Al Socialismo (MAS), con tasas de 10,9% y 10,1%; y este año, se proyecta 9,2% del PIB, producto del crecimiento de los gastos corrientes, salarios, servicio de la deuda externa y transferencias del Tesoro General de la Nación (TGN) para pagar, por ejemplo, la Renta Dignidad en los últimos tres años.

La caída de ingresos del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) comenzó a mermar los aportes necesarios para financiar la Renta Dignidad.

Entre 2006 y 2013, Bolivia generó más ingresos que gastos (superávit) desde un 4,5% hasta 0,6%, pero en 2014 el déficit alcanzó a 3,4% del PIB y desde entonces se volvió crónico y los gastos superaron a los recursos obtenidos por el país, según revelan las cifras del Ministerio de Economía en el documento Informe Fiscal 2024, emitido este año.

Aunque el nivel es alto, esa cartera de Estado destaca la reducción del déficit fiscal global del Sector Público No Financiero (SPNF) a 10,1% del PIB, mejorando respecto al 10,9% observado en 2023.

Esta disminución de 0,8 puntos porcentuales (pp), asegura que fue posible gracias al desempeño de las empresas públicas no hidrocarburíferas, así como al fortalecimiento de los ingresos tributarios. Las estatales lograron aumentar de manera significativa sus ingresos, con un crecimiento cercano al 39% durante el año.

En el documento se sostiene que entre 2023 y 2024, los ingresos aumentaron en 5.855 millones de bolivianos (5,3%), hasta 115.942 millones de bolivianos, destacándose el desempeño positivo de las empresas públicas no hidrocarburíferas, que registraron un crecimiento de 4.280 millones de bolivianos (39,4%).

Por su parte, otros ingresos corrientes e ingresos tributarios ascendieron en 1.310 millones y 902 millones de bolivianos, respectivamente, específica el análisis.

Según el Ministerio de Economía, en 2024, el gasto total del SPNF ascendió a 148.872 millones de bolivianos, con un incremento del 3,2% en comparación con 2023.

Este crecimiento fue liderado por los gastos corrientes, que aumentaron en 5,7%, hasta 129.557 millones de bolivianos, en línea con las políticas gubernamentales destinadas a sostener los subsidios y mitigar los impactos económicos negativos en la población más afectada.

De acuerdo con los datos del Ministerio de Economía, las transferencias corrientes aumentaron de 15.214 millones de bolivianos en 2022 a 18.831 millones de bolivianos en 2024. En 2012, solo eran de 6.123 millones de bolivianos.

Las cifras revelan, además, que las transferencias al sector privado pasaron de 6.313 millones de bolivianos en 2014 a 9.644 millones de bolivianos en 2024.

De este monto, resaltan las transferencias realizadas del TGN, destinadas principalmente al pago de la Renta Dignidad en 4.349 millones de bolivianos. Este desembolso comenzó en 2022 con 1.378 millones de bolivianos y en 2023 aumentó a 3.764 millones de bolivianos y mucho más el año pasado.

Al Fondo de la Renta Universal de Vejez (FRUV) que financia la Renta Dignidad se traspasaron 880 millones de bolivianos, un aporte que en los últimos años ha comenzado a declinar gradualmente. En comparación, en 2014 estas transferencias al FRUV alcanzaban a 4.001 millones de bolivianos, en 2015 descendieron a 2.846 millones de bolivianos y en los siguientes años esta tendencia se mantuvo a la baja al punto que en 2023 y 2024 se registraron los niveles mínimos, solo 1.091 millones de bolivianos y 880 millones de bolivianos.

Otras transferencias comprenden el pago de los aportes patronales en 2.476 millones de bolivianos, otras transferencias 1.305 millones de bolivianos y para el Bono Juancito Pinto 468 millones de bolivianos, entre los más significativos.