La temida ley del ex volvió a cumplirse, y esta vez fue Joao Pedro quien la hizo efectiva. El delantero brasileño, formado en la cantera del Fluminense, anotó los dos goles con los que el Chelsea se impuso por 2-0 en semifinales y se metió en la gran final del Mundial de Clubes.
Joao, que hace apenas una semana estaba de vacaciones y jugaba apenas su segundo partido con los blues, fue el gran protagonista de una semifinal que, aunque tenía al Chelsea como favorito, también cargaba con cierto aire de sorpresa: ni los londinenses ni el Flu eran los candidatos esperados a esta instancia.
El Chelsea, lejos del podio actual de la Premier (dominado por City, Arsenal y Liverpool), llegó hasta aquí sin hacer mucho ruido. Pero lo compensó con músculo financiero: fichajes como Joao Pedro (64 millones al Brighton), Gittens (otros 64 millones) o Estevao (61,5) dejan claro que el club no escatima cuando se trata de reforzarse. De hecho, se podría decir que armó una delantera nueva a golpe de talonario.
Enfrente, el veterano y heroico Fluminense tiraba de experiencia y corazón. Su once titular tenía a Fabio (arquero de casi 45 años), Thiago Silva (casi 41), y Ganso (35), símbolos de otra época gloriosa del fútbol brasileño. Solo estar en esta semifinal ya era un milagro competitivo.
Desde el inicio, el Chelsea impuso condiciones. Pedro Neto desbordaba por izquierda, Tosin comandaba con autoridad desde el fondo y Enzo Fernández manejaba el mediocampo con precisión. La superioridad inglesa fue clara en la primera mitad, aunque el Flu tuvo dos oportunidades para cambiar la historia.
La primera, al minuto 25, fue salvada sobre la línea por Cucurella. La segunda, mucho más polémica, llegó al 36’. Unas claras manos de Chalobah en el área fueron sancionadas inicialmente por el árbitro francés François Letexier, pero luego anuladas tras revisión del VAR, al considerar que la posición del brazo era “natural”. Decisión discutible: la mano bloqueó un centro al área y ocupaba espacio. Desde Brasil, no le perdonarán el fallo.
El segundo tiempo mantuvo la tónica. Apenas iniciada la etapa complementaria, Joao Pedro marcó su doblete y volvió a pedir perdón a su exequipo. Fue sustituido poco después para evitar males mayores al Flu, que respiró aliviado al ver que el ‘hat-trick’ no se consumaba.
Con el 2-0, el Chelsea administró el partido. El calor extenuante y la diferencia física pasaron factura a un Fluminense que apenas logró salir de su campo. El dominio inglés fue abrumador, aunque sin gran generación de peligro en la recta final.
El equipo carioca se despidió del Mundial con dignidad, dejando la sensación de que su oportunidad estuvo en aquella jugada polémica del primer tiempo. Pero su campaña merece respeto: fue el único equipo no europeo en llegar tan lejos.
Ahora, el Chelsea espera rival que saldrá del duelo de este miércoles entre Real Madrid y París Saint Germain. Y Joao Pedro ya escribió su propia historia en este torneo, pero va por más.
