Luis Arce repite como disco rayado que no hay
crisis en Bolivia, que estamos viviendo en un paraíso y lo acaba de demostrar
con un incremento salarial superior al del año pasado. Ha dispuesto un tres por
ciento para el haber básico y un 5,85 para el sueldo mínimo, un 0,85 por ciento
superior al de 2023. Pero ahí no queda la cosa, pues el aumento también está
por encima de la inflación de la anterior gestión (2,12 por ciento) y del
porcentaje de crecimiento de la economía, 2,21 por ciento. Para este año, el pronóstico
de crecimiento es del 3,1 por ciento, pero lo más probable es que se cumpla
(como el año pasado), lo que han calculado los organismos internacionales, que
prevén apenas un 1,5 por ciento de aumento del Producto Bruto Interno. Pero ya
sabemos que a Luis Arce los datos no le interesan, sino la ficción literaria,
la fantasía. Se trata de imaginarnos que vivimos en “El país de las
maravillas”. Es lo que anticiparon todos los que se metieron en la aventura
socialista y hoy lloran de hambre y miseria. A lo mejor esa es la coherencia
del primer mandatario.