
La crisis institucional toca nuevamente las puertas de Bolívar. La Fiscalía de Materia, a cargo de Romualdo Almonte, solicitó la detención preventiva de tres funcionarios de Baisa —la empresa que administra al club— por su presunta participación en un desfalco de casi dos millones de bolivianos, realizado mediante manipulación informática.
De acuerdo con información de la Red Unitel, los imputados son el gerente de Baisa, Eduardo Valdivia, además de Juan Carlos Campero Martínez y Cristina Rocha, ambos con cargos jerárquicos dentro de la entidad.
El fiscal Almonte, especializado en delitos patrimoniales, presentó la imputación formal contra los tres involucrados y solicitó a las autoridades judiciales su detención preventiva, según documentación a la que tuvo acceso Sports 360.
Este caso salió a la luz el 31 de diciembre de 2024, cuando el presidente de Bolívar, Marcelo Claure, reveló en redes sociales la existencia de una denuncia presentada por Baisa —en calidad de víctima— contra tres funcionarios: el tesorero, la jefa de Contabilidad y su auxiliar.
La denuncia se originó tras una auditoría interna que identificó un faltante de casi Bs 2 millones, generado entre enero de 2023 y septiembre de 2024 mediante movimientos informáticos irregulares.
En ese entonces, el tesorero Jorge Calisaya fue aprehendido y posteriormente obtuvo medidas sustitutivas en julio; sin embargo, el Ministerio Público amplió la investigación, lo que derivó ahora en la imputación de otros tres funcionarios de alto rango.
Hasta el momento, Bolívar ni Baisa han emitido un comunicado oficial sobre esta nueva escalada en el caso, que mantiene en alerta a la hinchada celeste por el impacto institucional que podría generar.