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¡Épico! Irlanda remonta a Hungría en el último minuto y avanza al repechaje mundialista

Los visitantes, obligados a ganar, lo lograron en la última jugada y firmaron una clasificación épica que dejó al estadio en silencio.

Parrot (sin camiseta) marcó el gol que desató la locura en Irlanda.
Deportes | El Día - Agencias | 2025-11-16 18:38:03

Irlanda consumó una de las remontadas más impactantes de las Eliminatorias rumbo al Mundial 2026 al derrotar 3-2 a Hungría en el Ferenc Puskás Stadium de Budapest, en un cierre absolutamente dramático. Los visitantes, obligados a ganar, lo lograron en la última jugada y firmaron una clasificación épica que dejó al estadio en silencio.

El partido no pudo comenzar mejor para los húngaros. Apenas a los tres minutos, Dominik Szoboszlai colocó un centro milimétrico y Daniel Lukacs, lanzándose de cabeza, marcó el 1-0 ante el estallido de un público que comenzaba a saborear el repechaje. Pero Irlanda respondió de inmediato: a los 11’, Chiedozie Ogbene fue derribado en el área y Troy Parrott igualó el marcador desde el punto penal.

Hungría recuperó la ventaja con una verdadera obra de arte. A los 37’, Barnabás Varga bajó el balón con el pecho y sacó un zurdazo impecable desde el borde del área para el 2-1. La afición volvió a vibrar y el equipo local parecía encaminar la clasificación con un Szoboszlai dominante y un control casi total del juego.

En el segundo tiempo, los húngaros estuvieron a un paso de sentenciar la historia. A los 74’, Roland Sallai quedó mano a mano, pero Caoimhín Kelleher realizó una atajada monumental que mantuvo con vida a los irlandeses. Esa acción se convirtió en el punto de inflexión del partido.

Irlanda, herida pero insistente, encontró el 2-2 a los 79’. Finn Azaz metió un pase filtrado perfecto y Parrott definió con una vaselina exquisita que silenció al Puskás Stadium. Desde ese momento, el nerviosismo se apoderó de Hungría, que empezó a aferrarse al empate que le bastaba para seguir con vida.

Y cuando el reloj marcaba 96 minutos, llegó el impacto final. En una jugada desesperada, Parrott se filtró entre los centrales y alcanzó a puntear el balón para el 3-2 definitivo. Gol agónico, gol devastador, gol eterno. Mientras Hungría se desplomaba en la cancha, Irlanda estalló en un grito que recorrió Europa. El repechaje cambió de dueño en el último suspiro.