Noruega selló este domingo su regreso a una Copa del Mundo tras golear 1-4 a Italia en la última fecha de las Eliminatorias europeas rumbo al Mundial 2026. Con un doblete de Erling Haaland en apenas dos minutos, la selección nórdica aseguró su cuarta participación mundialista y puso fin a una ausencia que se extendía desde Francia 1998.
La clasificación tiene un valor simbólico profundo para el fútbol noruego. La última vez que el país estuvo en un Mundial, Haaland ni siquiera había nacido. En aquella edición, la selección alcanzó los octavos de final, misma instancia que había disputado en Francia 1938. Su otra participación mundialista fue en Estados Unidos 1994, donde quedó eliminada en fase de grupos.
La campaña rumbo a 2026 fue prácticamente impecable. Noruega terminó invicta y con una diferencia de gol monumental. Cuando el partido parecía estancado, Haaland resolvió la historia con dos tantos entre los minutos 78 y 80, confirmando la superioridad ofensiva que él y Alexander Sorloth habían exhibido durante toda la clasificación. Incluso con una derrota, la abultada diferencia de goles —+31 contra los +10 de Italia— ya dejaba a los nórdicos con un pie en el Mundial.
El torneo será también el debut en una gran cita internacional para la generación más talentosa que ha dado el país en décadas: Haaland, Sorloth y el capitán Martin Ødegaard —actualmente lesionado— comandarán el proyecto noruego en su retorno al escenario global.
Noruega había quedado a las puertas de varios torneos recientes: cayó en los ‘play-offs’ rumbo a la Euro 2020 ante Serbia, terminó tercera en su grupo camino al Mundial de Qatar 2022 y repitió ese mismo puesto en la clasificación a la Euro 2024, donde compartió zona con España.
Italia, en cambio, vuelve a quedar condenada al repechaje por tercer Mundial consecutivo, después de perderse Rusia 2018 y Qatar 2022. Un duro golpe para una tetracampeona que no logra recuperar la estabilidad competitiva en las grandes citas.
