
El presidente de YPFB, Armin Dorgathen, señaló el martes que hasta este viernes los despachos de combustibles volverían al 100 %, pero en los surtidores de Santa Cruz y otras ciudades del país continúan las dobles filas en busca de diésel y gasolina. El agravamiento de la escasez acrecentó el descontento de sectores y conductores ante la falta de solución a un problema que se ha vuelto crónico.
Luis Añez, dirigente de la Cámara de Transporte del Oriente (CTO), dijo que su sector está "prácticamente quebrado" por la crisis de carburantes, ya que solo dos o tres de cada 10 camiones logran cargar combustibles y las esperas en las filas se prolongan de dos a cinco días.
“El presidente de Yacimientos actúa de forma irresponsable al decir que no hay dólares y culpar al ministro por la falta de combustible. Esto raya en la ridiculez”, señaló Añez, citado por el diario El Deber, al señalar que 300 cisternas no pueden descargar combustibles en la refinería de Palmasola por falta de pago.
Víctor Tarqui, dirigente de los choferes de El Alto, señaló que si hasta el lunes el gobierno no garantiza la provisión de diésel y gasolina harán movilizaciones. Lucio Gómez, máximo ejecutivo de la Confederación de Choferes de Bolivia, advirtió con un paro para despedir al gobierno de Luis Arce por no solucionar la crónica escasez de carburantes.
Arroceros del Beni señalaron que en el 2024 dejaron campos sin cultivar por falta de diésel y temen que este año la situación se repita. Añaden que en el mercado informal el litro cuesta entre Bs 9 y 12.
"Parece que estamos esperando llegar al desastre, significa que vamos a tener la leche en la granja, producida, sin poder llevarla al mercado", lamentó Mario Justiniano, vicepresidente de la Federación de Productores de Leche de Santa Cruz (Fedeple) al dar un panorama de la crítica situación por la carencia de combustibles.