
La Roma protagonizó una de las escenas más insólitas de la Europa League: falló tres penales consecutivos en la misma jugada y terminó cayendo 1-0 frente al Lille en la segunda jornada del torneo continental.
El momento cómico-trágico ocurrió a los 78 minutos, cuando el árbitro belga Erik Lambrechts, tras revisar en el VAR una mano del defensor Aissa Mandi, sancionó la pena máxima a favor del conjunto italiano.
El ucraniano Artem Dovbyk tomó la responsabilidad, pero su disparo débil fue detenido sin problemas por el arquero turco Berke Özer. La jugada no quedó allí: el árbitro ordenó repetir la ejecución al constatar que el guardameta se había adelantado.
En la segunda oportunidad, Dovbyk repitió la fórmula: tiro suave a la derecha y, otra vez, atajada de Özer. Increíblemente, el portero volvió a adelantarse y la pena máxima se ejecutó por tercera vez.
Esta vez fue el argentino Matías Soulé el encargado, pero tampoco pudo con el arquero del Lille, que adivinó la dirección y firmó una tapada válida que desató la euforia de los franceses.
El episodio marcó el destino del partido: la Roma no logró empatar y terminó resignando la derrota por la mínima diferencia. Con este resultado, el Lille sumó seis puntos y se ubica parcialmente segundo en su grupo, mientras que el equipo de Gian Piero Gasperini queda rezagado con solo tres unidades.