Cultura & Espectáculos

Por primera vez, un latino liderará en solitario el Super Bowl: Bad Bunny al mando en 2026

ESPECTÁCULO. El cantante se presentará en el Levi’s Stadium de Santa Clara durante el juego más importante de la temporada de la NFL.

Bad Bunny se presentará en el medio tiempo del juego que se celebrará en el Levis Stadium de Santa Clara, California.
Cultura & Espectáculos | Redacción El Día | 2025-09-29 21:00:00

El artista puertorriqueño Bad Bunny ha sido oficialmente designado como el protagonista del espectáculo de medio tiempo del Super Bowl LX, que se celebrará el 8 de febrero de 2026 en el Levi’s Stadium, ubicado en Santa Clara, California. Esta noticia fue divulgada por la NFL durante el enfrentamiento entre los Dallas Cowboys y los Green Bay Packers el 28 de septiembre, mediante un video difundido en sus plataformas sociales.

Para Bad Bunny, este será su segundo momento bajo los reflectores del medio tiempo del Super Bowl. En 2020 participó de forma sorpresiva en la actuación conjunta de Shakira y Jennifer López en el Super Bowl LIV, interpretando su éxito “I Like It” junto a J Balvin. Sin embargo, su papel en el espectáculo de 2026 representa algo sin precedentes: por primera vez en la historia del evento un artista latinoamericano liderará el show en solitario.

“Lo que siento me supera —expresó el cantante—. Es por quienes me precedieron y recorrieron incontables yardas para que yo pudiera entrar y anotar mi touchdown… esto es por mi gente, mi cultura y nuestra historia. Ve y dile a tu abuela que seremos el ESPECTÁCULO DE MEDIO TIEMPO DEL SUPER BOWL.” Estas palabras fueron parte de un comunicado cargado de emoción.

El anuncio se produce en un momento trascendental para su carrera, justo al culminar su residencia en el Coliseo de Puerto Rico, donde ofreció más de 30 noches consecutivas bajo el título “No Me Quiero Ir de Aquí”. Esa residencia sirvió como plataforma para presentar su más reciente álbum, Debí Tirar Más Fotos, al que él mismo describe como una “cápsula del tiempo cultural”. En él rinde homenaje a sus raíces incorporando estilos como la plena, el jíbaro, la salsa y el reguetón.

“Este disco nació porque tenía que nacer. Es como un estornudo espontáneo. Empezó con una línea, luego otra, y comprendí cuánto extrañaba mi hogar”, comentó en una entrevista con la revista Variety.

No obstante, el presente también ha estado marcado por la polémica. Bad Bunny anunció que no haría presentaciones en Estados Unidos como protesta ante la política migratoria del gobierno del expresidente Donald Trump. Expresó su temor de que la agencia ICE (Inmigración y Control de Aduanas) pudiera tomar acciones en contra de quienes asistieran a sus conciertos en territorio estadounidense. Esa declaración generó amplio debate sobre la seguridad de los artistas y la política migratoria vigente.

Incluso, en junio de este año, declaró que su gira 2025‑2026 no incluiría a Estados Unidos: “Es innecesario”, afirmó, y añadió que los fans estadounidenses ya han tenido múltiples oportunidades para verlo en vivo durante los últimos seis años.

Además, se ha reportado que Bad Bunny habría sido objeto de una amenaza de muerte creíble, de acuerdo al periodista independiente y exreportero de Telemundo Jay Fonseca. La amenaza, realizada en línea, motivó la intervención de autoridades federales, incluyendo el FBI, aunque hasta ahora no se ha confirmado si se llevaron a cabo detenciones relacionadas. Un funcionario del FBI remitió las consultas hacia la Oficina del Fiscal de Estados Unidos en Puerto Rico, la cual aún no ha emitido declaración alguna al respecto.

Los detalles disponibles son escasos: no se ha establecido con precisión la cronología de la amenaza ni si el presunto responsable ha sido capturado. Según el periodista, los agentes identificaron al supuesto autor, el cual aparentemente portaba un arma. También se informó que autoridades federales estuvieron presentes durante la residencia del artista, aunque no está claro si estuvieron en el Coliseo durante cada concierto.

Ante esta situación, la seguridad en cada función fue reforzada y las instancias federales monitorearon de cerca los eventos para velar por la protección tanto del artista como del público. A pesar de la amenaza, Bad Bunny continuó con su serie de presentaciones sin interrupciones, demostrando profesionalismo, firmeza y un compromiso inquebrantable con sus seguidores.