
Polonia ha derribado por primera vez drones rusos en el marco de la guerra de Ucrania, que empezó hace tres años y medio. Una escalada de la tensión que de inmediato ha causado una gran sacudida en la OTAN. El Mando Operacional de las Fuerzas Armadas de Polonia ha informado a primera hora de este miércoles de que ha abatido durante la noche varios aparatos no tripulados que habían entrado en su espacio aéreo durante una nueva ofensiva rusa contra objetivos ucranios. Según una nota del órgano de dirección militar, tras el monitoreo de una “docena” de objetos por radar, por parte de las fuerzas polacas y de países aliados de la Alianza, se decidió neutralizar aquellos que representaban una “amenaza” para los ciudadanos. El mando militar ha clasificado de “violación sin precedentes del espacio aéreo polaco” la acción de estos vehículos bomba.
El primer ministro Polonia, Donald Tusk, que ha celebrado junto a sus ministros una reunión extraordinaria de la Oficina de Seguridad Nacional, ha informado de que su país ha solicitado a la OTAN la apertura de consultas, una posibilidad recogida en el artículo cuatro del tratado de su fundación, siempre que un Estado miembro considere que su “integridad territorial, independencia política o seguridad” se vean “amenazadas”.
“No tengo motivos para afirmar que estamos al borde de la guerra, pero se ha cruzado una línea y es incomparablemente más peligroso que antes”, ha señalado Tusk. “Esta situación nos sitúa a lo más cerca que hemos estado de un conflicto abierto desde la II Guerra Mundial”.
Por el momento y según los registros del ejército polaco fueron 19 las violaciones del espacio aéreo cometidas durante la noche por los drones rusos. Las fuerzas de seguridad han encontrado ya siete de estos aparatos y “restos de misiles de origen desconocido”, según ha informado el Ministerio del Interior polaco. Las primeras explicaciones de lo ocurrido las ha ofrecido el Gobierno de Bielorrusia. Minsk, principal aliado de Moscú en la región, ha defendido que los drones se extraviaron debido a la acción de la guerra electrónica, y que informó tanto a Polonia como a Lituania de su vuelo hacia la frontera.
A primera hora de la madrugada, el ejército polaco había anunciado que, debido al desarrollo de una nueva ofensiva rusa contra “instalaciones” en territorio de Ucrania, aparatos de su fuerza aérea y de socios de la OTAN estaban en situación de alerta con “carácter preventivo”, así como los sistemas de defensa antiaérea desplegados en el terreno.
Tan solo unos minutos antes, canales de monitoreo ucranios habían señalado que varios drones de ataque rusos habían atravesado la linde del país y habían sido derribados por aviones de combate polacos. Según las webs de rastreo aéreo ucranias, aparatos no tripulados del tipo Geran, una variante mejorada de los Shahed iraníes utilizados por Moscú en su ofensiva contra Kiev, sobrevolaron, en primer lugar, el norte y oeste de Ucrania, para atravesar posteriormente la frontera hacia territorio de la Unión Europea y la OTAN.
Es la primera vez que varios de estos aparatos entran a la vez en Polonia y prosiguen su trayectoria varios kilómetros, más allá de la linde ucrania.
Derribo de drones en Polonia
“Se están realizando esfuerzos para localizar los posibles lugares de impacto de estos objetos”, ha apuntado el mando militar polaco en su comunicado. El primer dron hallado por la policía se encontraba en la localidad de Czosnowka, cerca de la frontera con Bielorrusia. El Estado Mayor polaco ha instado a los ciudadanos a que, si encuentran un dron derribado o algún fragmento, no se acerquen, toquen o muevan el aparato. “Estos objetos pueden seguir siendo peligrosos y deben ser inspeccionados por las patrullas de desactivación de explosivos”, ha avisado.
Cierre de aeropuertos
El aeropuerto de Rzeszów, en el este de Polonia, a unos 60 kilómetros del paso fronterizo hacia Ucrania, comunicó durante la noche su cierre temporal debido a la actividad aérea. Posteriormente y según una nota de la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos, el aeropuerto internacional de Varsovia (Chopin) ha dejado de operar también por una “actividad militar no planificada relacionada con la garantía de la seguridad del Estado”. A estos dos aeródromos se han unido en el cese de operaciones los de Modlin y Lublin.
Rusia batió todas sus marcas en la madrugada del pasado domingo al lanzar 810 drones contra prácticamente todas las regiones de Ucrania. El impacto de uno de ellos contra un inmueble en Kiev causó la muerte de tres personas, entre ellas una mujer y su bebé. A última hora del martes, decenas de drones despegaron desde el sur de Bielorrusia y la frontera oeste rusa hacia el centro y oeste de Ucrania. Algunos de los canales de monitoreo ucranios han contado más de un centenar de estos vehículos lanzados como proyectiles.
Sobre las dos de la madrugada de este miércoles, algunos de esos drones fueron derribados mientras sobrevolaban precisamente la capital ucrania. La ofensiva rusa, ejecutada en agrupaciones o enjambres, ha lanzado una cantidad mayor de lo habitual de estos vehículos bomba hacia ciudades como Lviv o Lutsk, en la franja occidental, la que colinda con Polonia. En una segunda fase, Rusia ha disparado en torno a 40 misiles, también hacia el oeste del país.
En lo que va de septiembre, Rusia ha lanzado cerca de 3.000 drones de ataque contra territorio ucranio.
Desde febrero de 2022, cuando Putin lanzó la invasión a gran escala de Ucrania, Polonia ha mantenido sus cazas en alerta, en previsión de que la guerra atravesara la frontera. En varias ocasiones, algún dron ruso o fragmentos de uno de estos vehículos bomba han llegado hasta suelo polaco tras una gran ofensiva nocturna.
El martes, el ministro Kosiniak-Kamysz manifestó que los drones que entrasen por la frontera este debían ser derribados, aunque trasladó al Mando Operacional la última decisión. La víspera, las autoridades del país europeo habían hallado los restos de uno de esos aparatos en la localidad de Polatycze, junto a la frontera con Bielorrusia.
La violación del espacio aéreo de estos drones de ataque representa una escalada en la tensión entre Occidente y Rusia, sin precedentes en los tres años y medio de invasión a gran escala del territorio ucranio. El acto de “agresión” cometido, como lo ha calificado el mando operacional polaco, podría ser objeto del artículo 5 del tratado de la OTAN. Esta cláusula establece el principio de defensa colectiva, afirmando que un ataque a uno de los países miembros de la Alianza será interpretado como un ataque a todos.