
El Concejo Municipal de Santa Cruz vivió una jornada tensa este martes. Durante la sesión, el concejal José Antonio Alberti pidió públicamente la renuncia del alcalde Jhonny Fernández, acusándolo de encabezar una de las gestiones “más deficientes de los últimos 40 años” y señalando que la ciudad se encuentra “abandonada, destruida y sucia”.
Alberti cuestionó la administración municipal, asegurando que no se ven mejoras en pavimento, salud ni infraestructura, y acusó a Fernández de abusos contra el propio Concejo.
“Yo quiero pedir públicamente la renuncia del alcalde Jhonny Fernández porque ya no puede haber más abuso y más corrupción”, expresó Alberti, quien aduce que continúa como presidente en ejercicio y convocó a una sesión para este martes.
La respuesta surgió del vocero municipal, Bernardo Montenegro, quien salió en defensa de Fernández y advirtió que el pedido de renuncia busca “desconocer un mandato elegido en las urnas”.
“Una renuncia de una autoridad que ha sido electa con el voto popular es absolutamente ilegal. La Constitución establece un periodo de cinco años y pretender interrumpirlo sería un golpe de Estado. No vamos a permitir que se vulneren las leyes ni que se usurpen funciones en el Concejo Municipal”, enfatizó.
Montenegro también señaló que detrás de la disputa existirían intereses políticos y denunció que el Concejo habría gastado más de 50 millones de bolivianos en asesores que no trabajan.
“Lo que no queremos creer es que este intento de golpe sea para tapar irregularidades internas”, denunció Montenegro. La actual gestión municipal concluye el 4 de mayo del 2026.
El ambiente político en la capital cruceña continúa crispado tras la elección de Gabriela Garzón (UCS) como presidenta del Concejo con el respaldo de UCS y el MAS, decisión que no es reconocida por la bancada de Comunidad Autonómica (C-A). Garzón anunció el lunes que tomaría posesión de sus nuevas oficinas junto al secretario electo Miguel Fernández.