
El conflicto en el Concejo Municipal de Santa Cruz no da tregua. La vigilia instalada por concejales de Comunidad Autonómica (C-A) desde el pasado sábado se mantiene activa, ahora con el respaldo de vecinos y del Comité pro Santa Cruz.
El presidente cívico, Stello Cochamanidis, llegó este lunes junto a su directorio hasta el edificio municipal y anunció la convocatoria a una reunión de emergencia para tratar la crisis institucional. Anticipó que este martes asistirán a la sesión convocada por el concejal José Alberti, quien aduce que se mantiene como presidente en ejercicio del legislativo municipal.
“La posición del Comité es el respeto a la institucionalidad; se tiene que acabar el matonaje del ejecutivo hacia el legislativo. Se deben respetar las normas y leyes de cada una de las instituciones”, señaló Cochamanidis ante la prensa.
Remarcó que la población eligió sus autoridades para que saquen adelante la ciudad, no para que la destruyan.
El pasado viernes, la bancada de Unidad Cívica Solidaridad (UCS) con apoyo del Movimiento Al Socialismo(MAS) eligió a Gabriela Garzón como presidenta del Concejo y a Miguel Fernández como secretario.
Alberti acusó a Jhonny de querer tomar el Concejo, vulnerar la autonomía y la separación de poderes. Denunció que el trasfondo del conflicto es que Jhonny pretende que el Concejo le apruebe nuevos créditos millonarios a siete meses de culminar su gestión.
Este lunes un grupo de vecinos realizó una inspección a las oficinas de diferentes concejales. Ingresaron a los despachos de representantes de UCS y del MAS, cuestionando su ausencia y denunciando presunta falta de transparencia. Las revisiones generaron momentos de tensión, gritos y acusaciones de “traición al pueblo cruceño”.