
El futuro de Alejandro Garnacho en el Manchester United está en una etapa de máxima tensión a poco del inicio de la nueva temporada de la Premier League. El club lo consideró transferible durante los últimos meses, aunque la salida no se concretó por falta de propuestas ajustadas a las pretensiones económicas de los dirigidos por Rúben Amorim.
El interés más fuerte llegó por parte del Chelsea, que busca incorporar a Garnacho para sumarlo a un plantel donde ya figura Enzo Fernández. Ambas instituciones abrieron conversaciones, pero el acuerdo se encuentra lejos de cerrarse. Manchester United exige cerca de 70 millones de euros, cifra considerada elevada por el club londinense, lo que provocó que las conversaciones se estancaran. A pesar de que las negociaciones se enfriaron, no se cancelaron por completo y el Chelsea mantiene la expectativa de avanzar en los próximos días.
“Me venden al Chelsea o me quedo acá, pero no juego por seis meses o un año”, le habría expresado Garnacho a las autoridades de Manchester, según reveló el periodista italiano Fabrizio Romano, especialista en el mercado de pases.
Garnacho, quien hoy fue el centro de las críticas porque se filtró una imagen en la que sostiene un vapeador, no es considerado por el director técnico Ruben Amorim. El portugués no lo convocó para la pretemporada en Estados Unidos, luego de que el argentino le recriminara su poca participación en la final de la Europa League (en la que cayeron ante Tottenham): “He jugado todas las rondas, he ayudado al equipo. Hoy, jugar 20 minutos... no sé".
Por otro lado, los Diablos Rojos renovaron por completo su delantera durante el mercado de pases, en el que invirtió 240 millones de euros. Primero, se marcharon Rasmus Hojlund (cedido a Milán), Marcus Rashford (préstamo a Barcelona) y luego llegaron Benjamin Sesko, Matheus Cunha, Bryan Mbeumo.
Siguiendo la información de Romano, Chelsea intensificó las negociaciones por el delantero argentino, quien ya acordó su contrato y solo quiere jugar en el club londinense. De esta forma, la negociación entre instituciones podría cerrarse en una cifra cercana a los 40 millones de libras.