El sector forestal se declaró este jueves en emergencia, debido a la escasez de diésel que provocó la paralización de la zafra del sector en el norte del país. El presidente de la Cámara Forestal de Bolivia (CBF), Pedro Colanzi remarcó que otras regiones forestales del país, entre ellas Santa Cruz, también están sufriendo por la provisión irregular de combustibles y por esta razón tampoco comenzarán la zafra prevista para junio.
El primer golpe lo recibieron en Pando, donde comenzó la zafra a principios este mes, pero fue suspendida por la carencia del diésel.
El directivo remarcó que se pone en riesgo los $us 600 millones que genera el sector a nivel interno y los $us 100 millones en exportaciones. Añadió que unas 90 mil familias dependen de manera directa del rubro y pueden verse perjudicadas por esta situación.
“Las empresas no tienen otra opción más que frenar sus operaciones, afectando gravemente la economía de miles de familias bolivianas”, lamentó Colanzi, citado en un boletín de prensa.
Colanzi señaló que una posibilidad que barajan es la importación directa del combustible, sin embargo esta opción es complicada ya que el costo se encarece un 300 %.
La merma de ingresos para el sector forestal afectará la economía boliviana que ya está sufriendo, remarcó Colanzi. “Más del 80 % de la producción de madera en Bolivia proviene de operaciones comunitarias y un 20 % proviene de empresas tradicionales. La falta de diésel afecta a todos por igual”, añadió.
El sector forestal demanda unos 22 millones de litros de diésel por año, que equivalen a un 2 % del consumo nacional, según Colanzi.
