
El nombre de Nico Williams ha irrumpido con fuerza en las oficinas de Valdebebas. El joven extremo del Athletic Club se ha convertido en una opción muy atractiva para el Real Madrid, que valora seriamente su incorporación de cara a la próxima temporada.
La operación, lejos de ser una utopía, se presenta como una oportunidad clara: su cláusula de rescisión asciende a 58 millones de euros, una cifra asequible para el club blanco y fijada tras su última renovación con el conjunto bilbaíno.
En Chamartín gusta —y mucho— el perfil de Nico. Se trata de un futbolista joven, explosivo, con gran tirón mediático y una proyección prometedora, tanto en lo deportivo como en lo comercial. Además, su condición de internacional con la selección española suma enteros en un proyecto que busca reforzar su base nacional con talento de primer nivel.
El posible fichaje también tendría una fuerte carga simbólica: arrebatarle al FC Barcelona uno de sus objetivos prioritarios desde la temporada pasada. Si bien en el Camp Nou la irrupción de Raphinha ha enfriado el interés, en Valdebebas ven en Nico una respuesta contundente a la figura emergente de Lamine Yamal. Como el joven culé, Nico genera ilusión entre los aficionados y podría convertirse en una nueva cara del futuro del fútbol español.
Eso sí, su llegada implicaría movimientos en la plantilla. El principal señalado es Rodrygo, quien podría verse obligado a salir si finalmente se concreta la operación. Por ahora, no hay una decisión firme, pero en los pasillos del Bernabéu la pregunta empieza a repetirse con insistencia:
¿Y por qué no Nico?
Con un precio competitivo y un potencial galáctico, el fichaje de Nico Williams podría convertirse en uno de los grandes golpes del mercado.