
El viceministro de Defensa del Consumidor, Jorge Silva, dijo este miércoles 10 familias de intermediarios son las que controlan el mercado de la carne de res en el país y advirtió que el Gobierno “no permitirá ese tipo de irregularidades”.
“Son 10 familias que tienen el monopolio de la comercialización de carne y en los otros productos, también son familias que controlan el monopolio de la comercialización”, declaró el viceministro, citado por ABI.
Según Silva, esas familias son las que se llevan la mayor parte de las utilidades, mientras que el productor y el empresario invierten con el riesgo de enfrentar eventualidades climáticas, sociales o políticas.
Sobre el tema, el ministro de Desarrollo Rural y Tierras, Yamil Flores, advirtió: “Estamos prontos a descubrir qué es lo que ha ocurrido, qué es lo que está ocurriendo (…). No vamos a permitir que en nuestro país se generen irregularidades por empresas que quieran hacer daño al estómago y al pueblo boliviano”.
Flores indicó que hubo denuncias de que una empresa comete irregularidades, lo que está siendo investigado y añadió que los controles continúan.
En tanto, el Comité de Seguridad Alimentaria y la Confederación Nacional de Trabajadores en Carne de Bolivia (Contracabol) iniciaron el pasado lunes una reunión en la ciudad de Sucre para tratar el precio de la carne de res y la especulación.
Según Silva, en La Paz el kilo gancho de la carne de res cruceña y beniana está entre 30 y 35 bolivianos. Sin embargo, se desconocen las razones por las cuales las propias empresas que venden a un precio menor, en otros departamentos, en la capital del país la comercializan a 44 bolivianos.