Recuerdos del Presente

Campeonato de corruptos

Campeonato de corruptos
Humberto Vacaflor Ganam
| 2024-04-28 00:06:00

La pelea en la cúpula masista consiste en que un bando acusa al otro de haber robado Bs 425 millones en piscinas de evaporación y el aludido pregunta dónde están los US$ 1.000 millones del proyecto del litio.

La pelea tira para rato, porque la lista de hechos de corrupción cometidos desde 2006 por el masismo es interminable, o casi, porque la suma total de lo robado llega a US$ 55.000 millones.

Deben mostrar a los culpables de que los US$ 960 millones de la planta de Bulo Bulo no hayan servido para nada, o los US$ 700 millones de la separadora de gas a Yacuiba, o los US$ 250 millones de la planta de licuado de gas, etcétera, etcétera, hasta casi el infinito.

En esto, hay que anotarlo, los dos caudillos son responsables, porque ese despilfarro fue aprobado por el ministro de economía y promulgado por el presidente de entonces.

Lo curioso, o paradójico, o inconcebible, es que ambos bandos pugnan por poner a su caudillo como candidato en las elecciones de 2025, disputándose el privilegio de dar el tiro de gracia al país.

Ambos ofrecen resolver los problemas económicos, pero ninguno de ellos tiene la más mínima idea de cómo se lograría ese milagro.

Lo que están dejando hasta ahora es haber convertido a Bolivia, la “saudí” de los años 90, que iba a exportar gas natural hasta Estados Unidos, en un país que dentro de dos años tendrá que importar gas para el consumo interno.

El coletazo de este magnicidio es que, al no haber gas natural, no habrá electricidad, porque 72% de ella se genera en plantas termoeléctricas que usan gas.

La otra cola del dragón masista de la corrupción destruirá la posibilidad de explotar el litio, porque para que el proyecto funcione se necesita contar con, por lo menos, 30MW de electricidad.

Había la esperanza de que Argentina y Brasil tomen en alquiler los ductos bolivianos para pasar el gas de Vaca Muerta, pero ahora Paraguay les ofrece un camino más corto, con un ducto que pase por su territorio.

La posibilidad de que los ductos bolivianos sean usados para llevar el gas argentino a Brasil dejaba abierta la eventualidad de que, como pago, como peaje, nos dejen algo de gas, aunque sea sólo para las cocinas. Pero ahora eso también está en duda.

The Economist y Bloomberg hablan de un inminente derrumbe del sistema financiero boliviano, aunque el presidente Luis Arce insiste en que su modelo económico de nombre muy largo ha hecho del país el segundo en crecimiento en el mundo.

Otra señal de que estos no entienden nada.