
Londres sorprendió al mundo anoche con una cinematográfica ceremonia inaugural de sus terceros Juegos Olímpicos, seguida por más de mil millones de personas por televisión y en la que brilló la influencia británica en la cultura moderna.
La reina, presente. Los XXX Juegos de la era moderna quedaron inaugurados por la reina Isabel II de Inglaterra, antes de que siete jóvenes encendieran el pebetero olímpico del estadio tras recibir la antorcha de manos del británico Steve Redgrave, leyenda viva del olimpismo con cinco oros en remo.
Si en el estreno olímpico londinense de 1908 fue su abuelo Eduardo VII quien inauguró los Juegos y en 1948 su padre Jorge VI, la reina Isabel II fue la encargada de asumir la responsabilidad en esta ocasión.
"Declaro abiertos los Juegos Olímpicos de Londres", afirmó la reina, que protagonizó además uno de los momentos más destacados de la ceremonia al participar en un breve cortometraje en el que era acompañada por el agente James Bond, encarnado por su actual rostro, Daniel Craig, en un viaje virtual en helicóptero hasta el estadio Olímpico.
Unas 80.000 personas en directo asistieron asombrados al alucinante "viaje" histórico propuesto por el oscarizado director británico Danny Boyle, que cumplió con las expectativas y logró hacer olvidar la impresionante ceremonia inaugural de Pekín 2008.
Grandes personalidades. Artistas como el Beatle Paul McCartney, el actor que encarna a Mister Bean o la escritora J.K.Rowling (creadora de Harry Potter), se mezclaron con personajes imaginarios como James Bond y Mary Poppins durante el espectáculo marcado por el ritmo de los mejor del pop, rock, punk y tecno británicos.
"Londres 2012 inspirará a una generación", dijo el presidente del comité organizador, el exatleta Sebastian Coe, uno de los grandes responsables de que la ciudad ganase el derecho a organizar los Juegos.
"En un sentido, los Juegos Olímpicos vuelven 'a casa' esta noche", señaló justo después el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Jacques Rogge, en referencia al hecho de que la capital británica organiza por tercera vez este evento, luego de 1908 y 1948.
Varias personalidades internacionales -entre ellas el director de orquesta argentino-israelí Daniel Barenboim y la política y defensora del medio ambiente brasileña Marina Silva- llevaron la bandera olímpica, una de las tradiciones de cada edición.
El legado británico. Con 10.000 voluntarios y un presupuesto de 27 millones de libras (42 millones de dólares, Danny Boyle diseñó de entrada un espectáculo de 1 hora 20 minutos que abrió la ceremonia, repasando la historia británica, desde los prados de su campiña a la era de Internet.
La mayor ovación de la noche se la ganó la interpretación de la monarca en el corto junto a James Bond, previa a su entrada en el palco de honor acompañada de su marido Felipe de Edimburgo y el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Jacques Rogge.
La Revolución industrial y el impulso a los avances en la sociedad de la información se destacaron entre las aportaciones británicas a la Humanidad, subrayando en todo lugar la influencia de la cultura del país en el mundo.
De esa forma fueron participando en el "show" personajes reales como la escritora JK Rowling o los actores Kenneth Branagh y Rowan Atkinson, junto a figuras de ficción creadas por escritores británicos, como Mary Poppins, Peter Pan o Harry Potter.
Hey Jude, el cierre. La ceremonia fue cambiante y tuvo muchas innovaciones, entre ellas el diseño con forma de flor del pebetero, que yacía en el suelo en el centro del estadio y cuyas columnas fueron elevándose al cielo y cerrándose en lo alto para hacer arder la llama olímpica mientras estallaban vistosos fuegos de artificio.
El cierre fue con el clásico "Hey Jude" de los Beatles, interpretado por Paul McCartney y coreado por todos los espectadores y los atletas, que bailaban abrazados.
Si la noche tuvo magia y emoción y paralizó toda la actividad deportiva, antes, durante la jornada, comenzaron las competencias de tiro con arco, marcadas por el récord mundial registrado por el surcoreano casi ciego Im Dong Hyun, que solo tiene el 10% de visión con su ojo izquierdo y el 20% con el derecho.
La apertura de las pruebas de este deporte fue auspiciosa para América Latina, ya que el equipo mexicano femenino avanzó a cuartos de final y el masculino a octavos de final, ambos bien encaminados para conseguir medallas.
También se presentó la arquera chilena Denisse van Lamoen, campeona mundial de tiro con arco clásico, otra esperanza de presea. De todo modos, será hoy la primera jornada a pleno de los Juegos, con el comienzo de la natación -con la estrella estadounidense Michael Phelps-, el tenis, el boxeo y el voleibol femenino, y la segunda fecha del fútbol femenino y el tiro al arco.
Arrancan además hoy el bádminton, básquet femenino, ciclismo de ruta, voley-playa, la equitación, esgrima, gimnasia artística, halterofilia, balonmano femenino, judo, remo y tenis de mesa.
"Gracias, Londres, por dar la bienvenida al mundo en esta ciudad, diversa, vibrante y cosmopolita una vez más. Se ha trabajado mucho para llegar acá'.
Jacques Rogge
Presidente del COI
"La sensibilidad del espectáculo es muy personal. Lo hemos creado entre un grupo, pero no teníamos más agenda que los valores que sentimos que son reales'.
Danny Boyle
Director del Espectáculo
"La ceremonia de inauguración más izquierdosa que he visto. Más que Pekín, la capital de un Estado comunista. ¡Gracias a Dios han llegado los atletas!'.
Aidan Burley
Parlamentario Conservador
Personajes y detalles
Ilustres. En los palcos de honor, decenas de representantes de Estados y gobiernos extranjeros asistieron a la ceremonia, entre ellos la primera dama estadounidense Michelle Obama; el primer ministro ruso, Dimitri Medvedev; o los presidentes de Alemania, Italia, Brasil y Panamá.
Política. Una celebración de la sanidad gratuita, la lucha sindical, la Internet, la batalla por los derechos de las mujeres y hasta un fugaz beso entre lesbianas: la ceremonia de inauguración no rehuyó los temas sociales importantes en el Reino Unido.
Personalidades. El músico Daniel Barenboim; la Nobel de la paz Leymah Gbowee; el secretario de la ONU, Ban Ki-moon; la ecologista Marina Silva; y las activistas Sally Becker, Doreen Lawrence y Shami Chakrabati portaron la bandera olímpica. Mohamed Alí y Haile Gebrselassie, acompañaron.