
La Cámara de Representantes de EE UU debatía hasta el cierre de esta edición para votar el impeachment al presidente Donald Trump por abuso de poder y obstrucción al Congreso. Tras casi tres años de tormentas políticas, ha sido un escándalo sobre presiones a Ucrania el que ha llevado a este día, marcado por las manifestaciones y la fractura política.
Tercer mandatario a juicio político. La mayoría demócrata garantiza el sí y, salvo giros imprevistos, Trump será el tercer mandatario de la historia en someterse a un juicio político en el Senado que podría acabar con su -improbable- destitución. “No nos ha dejado otra opción”, afirmó la presidenta de la Cámara, Nancy Pelosi.
La crisis de Ucrania. La crisis ucrania combustionó de forma rápida. Un informante anónimo, empleado en el Gobierno norteamericano, denunció en verano que Trump estaba presionando al presidente ucranio, Volodímir Zelenski, bloqueando incluso ayudas militares comprometidas, para lograr que anunciase dos investigaciones que le beneficiarían electoralmente en las presidenciales de 2020. En concreto, Trump reclamaba pesquisas sobre Joe Biden, precandidato demócrata, y el hijo de este, Hunter, que estuvo a sueldo de una empresa gasista en ese país cuando su padre era vicepresidente.
El proceso. En el juicio, que se desarrollará en el Senado tras la luz verde de la Cámara baja, los legisladores están obligados a repasar los testimonios, llamar a nuevos testigos si lo ven necesario, examinar los documentos, las pruebas y decidir si, en efecto, el presidente de Estados Unidos ha cometido algún “crimen o falta grave”, como dice la Constitución, que haga necesaria su destitución.
El juicio se daba por descontado. Los senadores están obligados a tomar sus decisiones independientemente del color político del presidente al que se juzga, pero la deliberación se antoja una pantomima. El grueso de los legisladores demócratas ve a Trump culpable y la totalidad de los republicanos lo considera inocente. Este miércoles, con 233 de los 431 escaños ocupados por demócratas, el juicio al presidente se daba por descontado.
En el Senado, con 53 senadores republicanos del total de 100, también está amarrada la absolución, ya que un veredicto culpable requiere la mayoría de dos tercios.
233 Escaños
de 431 son ocupados por los demócratas.
Lo que se necesita
Destitución. Para destituir a Trump, los demócratas necesitan obtener el apoyo no solo de la mayoría simple en el Senado, sino de dos tercios de sus miembros (67 personas). Actualmente los republicanos cuentan con 53 escaños de los 100, ante los 47 de los demócratas. Por lo tanto, al menos 20 representantes del partido del presidente deberían votar a favor del 'impeachment', aunque de momento ninguno de ellos ha expresado su intención de hacerlo.
Trump es el tercer presidente de EE.UU. que afronta un 'impeachment' después de Andrew Johnson en 1868 y Bill Clinton en 1998.