Novelas y tragedias bolivianas

Bajo el Penoco

| | 2018-08-09

Las grandes novelas de la historia son recordadas por los personajes, por el argumento y también por la proverbial manera que tuvieron los autores de empezar el relato. Gabriel García Márquez decía que lo más importante, sin embargo, era la idea, cosa difícil de conseguir. Seguramente otro hubiera sido el primer párrafo de su obra maestra “Cien años de soledad”, de haber conocido el episodio de la banda y la medalla presidencial que tantos comentarios han desatado. El genio colombiano tal vez hubiera escrito: “Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento mediático, el custodio del presidente Morales había de recordar la noche que le robaron los símbolos patrios mientras hacía el amor con una prostituta en El Alto”. ¿Y qué hubiera escrito Cervantes, en el Siglo XVII, antes de imaginar las aventuras de Don Quijote? Veamos: “En un lugar de la Ciudad de El Alto, de cuyo nombre no quiero acordarme, el edecán del presidente Morales, custodio de los símbolos patrios, fue sorprendido con los pantalones abajo”. En fin, tantas novelas se pueden escribir en Bolivia. Ojalá que las próximas no sean tragedias.