
El presidente Evo Morales afirmó ayer que si ocuparía el cargo de presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE) de oficio anularía los resultados del referéndum del 21 de febrero, porque la victoria del no a la reforma constitucional se basó en las mentiras de la oposición.
"Escúchenme bien: si yo fuera presidente del Tribunal Supremo Electoral (…) el referéndum del 21 de febrero de oficio hubiera anulado porque ha ganado la mentira, no ha ganado la derecha, claro (ha ganado) la derecha usando la mentira", manifestó Morales en un acto de entrega de obras en el municipio de Chimoré, Cochabamba.
Anulación democrática. El Mandatario argumentó que como presidente del TSE "ese referéndum hubiera sido anulado democráticamente", porque la mentira influyó en el voto de la población, la que terminó inclinando la balanza para rechazar la reforma de la Constitución Política del Estado, específicamente del artículo 168, para ampliar los mandatos del presidente y vicepresidente y habilitarlos como candidatos para los comicios de 2019.
'Ilegal' y 'abusiva', según la oposición. El pasado miércoles la nueva directiva del Movimiento Al Socialismo en una rueda de prensa planteó que pedirá al TSE la anulación de los resultados del referéndum constitucional, bajo el argumento que la victoria del no se sustentó en las mentiras del caso Zapata-Morales. Sostuvieron que esperarán la conclusión de las investigaciones del Ministerio Público para oficializar su pedido.
La oposición calificó la intención de "ilegal" y "abusiva" por pretender desconocer la voluntad del pueblo que se expresó en la consulta del 21 de febrero y anunciaron campañas para impedir que el MAS consolide su intención de repostular a Morales.
Acusación a opositores. Asimismo, el Jefe de Estado acusó a los opositores de aprovechar la coyuntura para intentar volver a las políticas de privatización de los recursos naturales, en esos términos de dirigió a una multitud en un acto de entrega de una posta de salud, un puente vehicular y un muro perimetral en la comunidad de San Andrés en el municipio de Chimoré, obras que tienen una inversión de casi Bs 4 millones.
Gabriela Zapata, la expareja del presidente Morales, fue una alta ejecutiva de la empresa china CAMC que suscribió millonarios contratos con el Estado boliviano. En el mes de febrero, el periodista Carlos Valverde denunció un supuesto caso de tráfico de influencias porque ambos tuvieron un hijo, que al principio el Presidente también reconoció; sin embargo, después el Ministerio Público y la justicia concluyeron que el hijo no existe como Zapata hizo creer.