Aunque la crisis política española parece más un resabio tercermundista, se podría decir también que este episodio ha puesto a España a la altura de las naciones europeas de mayor estabilidad y madurez ciudadana. Nos estamos refiriendo a los 315 días de empantanamiento que vivió el país que se mantuvo todo ese tiempo sin gobierno. Recordemos que los resultados de las elecciones fueron tan cerrados que impidieron lograr un acuerdo entre las facciones para darle el poder al derechista Mariano Rajoy, quien consiguió romper el dique la semana pasada gracias al desprendimiento de los socialistas del PSOE. España estuvo cerca de igualar el récord de Bélgica, que permaneció 541 días sin una cabeza del Poder Ejecutivo entre el 2010 y el 2011. Por casi dos años los belgas se mantuvieron en paz y no hubo ningún sobresalto, mientras que España ha mejorado sus indicadores económicos y algunos suspiran aliviados porque ya se ve la luz al final del túnel en los inconvenientes económicos. Resulta paradójico que en Venezuela crezcan las marchas para pedir que se vaya el Gobierno que no hace más que empeorar las cosas.