Un resultado que aumenta la tensión

Editorial

| | 2016-02-22

Pese a que existe una tendencia a que se imponga un ajustado triunfo de la opción por el “No” en el referéndum celebrado ayer, el cómputo de los votos a nivel nacional no brinda ninguna seguridad de que este resultado se vaya a mantener luego de realizado el conteo del total de las actas de sufragio del país, proceso que tomará algunos días.

En la oposición se observaron algunas manifestaciones de celebración por estos primeros resultados no oficiales divulgados por empresas que hacen conteo rápido y encuestas a boca de urna. Y si bien en el oficialismo se notaban caras largas, también se deslizaron algunas opiniones a tener en cuenta, pues en ellas se podía observar cierta confianza en que al cabo del trabajo que tienen al frente las autoridades electorales, los porcentajes podrían cambiar beneficiando al “Sí”.

Es legítimo pensar que el escrutinio minucioso pudiera invertir las cosas, pero los lamentables antecedentes que se han dado en los últimos comicios subnacionales, especialmente en Chuquisaca y en Beni, donde hubo una flagrante manipulación, generan desconfianza y tensión por lo que pudiera ocurrir en esta semana que será clave.

Desafortunadamente la jornada de votación de este domingo no estuvo libre de sospechas. En primer lugar, se ha trabajado con un nuevo Tribunal Electoral, que a su falta de experiencia, debe sumarle su ausencia de autoridad que se tradujo en la violación de normas elementales y la imposibilidad de aplicar sanciones a los transgresores, casi todos miembros del oficialismo que tuvieron carta blanca para llevar adelante una costosa campaña libre de restricciones económicas y legales.

En los días previos a la votación se difundió una noticia muy grave, consistente en la supuesta instructiva que daba un funcionario del área de hidrocarburos al personal de su oficina para que puedan poner en marcha algunas estrategias de fraude. Si bien no hubo tiempo para procesar esa denuncia periodística, en los hechos se pudo ver la puesta en marcha de algunas acciones, como la falsificación de boletas, la anulación de papeletas por un delegado que de manera dolosa las marcó con el “Sí” y por último, lo más grave, la actuación de funcionarios del Órgano Electoral que ocultaron las actas y el material necesario para impedir la votación de miles de ciudadanos, precisamente en lugares donde tradicionalmente el oficialismo ha obtenido resultados adversos.

Esperemos que prospere la investigación que ha iniciado la Fiscalía en relación a estos aparentes delitos electorales, aunque nadie podrá despejar la sospecha que cundió ayer sobre el transcurso de los comicios y que no ha podido ser atenuada por un Órgano Electoral que no estuvo a la altura de los desafíos.

Serán días decisivos, en los que medios de comunicación, ciudadanos, fuerzas políticas y todos los interesados por la democracia y el futuro del país deben estar atentos y alertas para que no se imponga el fraude. Sea cual fuere la opción que gane, en principio debe haber un imperio de la legalidad y la transparencia.

Serán días decisivos, en los que medios de comunicación, ciudadanos, fuerzas políticas y todos los interesados por la democracia y el futuro del país deben estar atentos y alertas para que no se imponga el fraude. Sea cual fuere la opción que gane, en principio debe haber un imperio de la legalidad y la transparencia.