SC

Editorial
Vergüenza mundial
Domingo,  4 de Junio, 2023
Editorial

Al gobierno del MAS le ha pasado lo mismo que al arquero de fútbol que se pasa todo el partido atajando los remates más arteros del equipo contrario y en el último minuto le meten un gol por debajo de las piernas, lo más vergonzoso que le puede pasar a un futbolista.

Hace unos días, el ministro de gobierno intentaba demostrar que estamos viviendo el mejor periodo de la lucha antidrogas y lo hacía a través de un espectacular operativo realizado en el Chapare, donde supuestamente se destruyeron más de 30 fábricas de cocaína. El problema es que no mostraron ni un solo gramo de droga incautada, ni un detenido y sólo ofrecieron como prueba la palabra del funcionario, que suele ser rimbombante como los vendedores de plazuela.

Pese a que fue estridente tanto en esa ocasión como en el presunto sucidio de Colodro, no ha dicho ni una sola palabra en relación al mayor escándalo de narcotráfico que se haya producido en los últimos tiempos. Hablamos de la media tonelada de droga que fue cargada en un vuelo de la línea aérea estatal, BOA, en uno de los principales aeropuertos del país y en una de las rutas internacionales más importantes que todavía operan en Bolivia. Decimos “todavía”, porque desde que está el MAS en el poder y el transporte aéreo se maneja de manera muy oscura, varias líneas aéreas extranjeras han decidido salirse de Bolivia.

En el caso del arquero del que hablábamos al principio, puede tratarse de un error. “Hasta al cazador más hábil se le escapa la liebre”, pero en este caso no cabe duda que no se trata de un gazapo, de una equivocación o de fallas en el control. Un cargamento tan grande no puede pasar inadvertido con tanta facilidad y obviamente estamos hablando de un acto de complicidad del más alto nivel,  de una orden expresa de arriba, una política de encubrimiento que se está haciendo cada vez más evidente y en la que están involucrados todos los actores políticos y administrativos del estado, ya sea por acción, por presión o por omisión.

Cada día surge una nueva prueba de que el país está en manos de los narcos, que ellos son los que mandan, que cobran venganza y lanzan duras advertencias, como lo acabamos de ver con uno de los hechos más estremecedores ocurridos en este país. Lo comprobamos cuando liberan a policías implicados en asuntos de drogas, cuando favorecen a un pez gordo que está a punto de salir de la cárcel porque están corriendo influencias de todo tipo para liberarlo, nada menos que del asesinato de tres policías y quedar como un empresario honorable y limpio de toda sospecha.

No puede haber más pruebas fehacientes de que nos hemos convertido en un narcoestado.

España ha solicitado información sobre los controles que se realizan en el aeropuerto de Viru Viru, porque no pueden creer que no se cumplan ni siquiera los protocolos mínimos de vigilancia contra el crimen. Somos una vergüenza mundial y obviamente nos estamos convirtiendo en un peligro global que nos expone a sanciones y a una intervención de la comunidad internacional que cada vez se hace más imprescindible.