Se equivoca el gobierno si es que pretende destruir “el modelo cruceño”, pagándole a un falso periodista que no sabe ni hablar (igual que su padre) para que desprestigie a los empresarios. Tampoco va a conseguir nada mandando a un vocero buscapega o a una ministra comeharto a despotricar contra la región. No es con saliva que se construye una potencia económica como Santa Cruz y tampoco la van a destruir unos pelagatos que nunca han logrado nada por mérito propio.
Si quiere destruir Santa Cruz debe cambiar su estrategia, pues el odio fortalece a este departamento, el desprecio lo hace más grande y el ataque lo prepara para batallas todavía más duras. Así ha sido siempre ¿o es que creen que es la primera vez que un aventurero centralista, un burócrata calientaasiento o un ganaplata del mal llamado e inexistente estado boliviano se plantea como objetivo destruir al único lugar de este territorio donde se hace patria trabajando, produciendo y generando riqueza?
Si verdaderamente quieren hacer añicos a Santa Cruz, deben aplicar en estas tierras el mismo método que han usado para destruir al resto del país. La fórmula es muy simple. En lugar de ignorar a los cruceños, deben colocarlos en primer lugar. Usen la plata del estado para crear cientos de empresas públicas, para construir infraestructura a montones, aunque sea inútil, sólo para ganarse el cariño de los cambas. Háganse querer repartiendo plata a diestra y siniestra, para que los cruceños depositen toda su confianza en ustedes, para que dejen de trabajar, para que dejen de fiarse del esfuerzo personal y cambien de mentalidad, se vuelvan estatistas, rentistas, amantes de todo lo “público” y enemigos de lo privado.
Oblíguenlos a aborrecer la iniciativa personal, el trabajo por cuenta propia, el emprendedorismo. Contraten más sindicalistas que ganen millonadas sin trabajar, más flacobordas, miles de ellos, como hay en el occidente, para que sean la fiel representación de que el estado paga mejor, recompensa bien la lealtad al gobierno y que se puede ganar muy bien siendo un chupamedias, un fiel obediente del centralismo, un sumiso de los bandidos.
Creen en Santa Cruz miles de movimientos sociales y todo tipo de organizaciones para que se dediquen a boicotear el trabajo de la gente, para que la chantajeen, para que bloqueen a las pocas empresas que se salgan del esquema. Fomenten en Santa Cruz una ideología que se oponga a la mentalidad del progreso, la libertad y la prosperidad. Inventen algún tipo de tradición ancestral, alguna receta comunitaria o cualquier otra de esas patrañas que usan en el resto de Bolivia para que la gente sienta desprecio por el desarrollo.
Por último, creen un sistema educativo que no se aparte del sistema político, para que los colegios, las universidades o cualquier instituto, prepare a sus alumnos para ser burócratas, oficinistas, funcionarios públicos, asesores y consultores. Para que tengan el chip metido en la cabeza de que nada se puede lograr fuera del estado, por encima del estado, nada contra el estado.
Creen un sistema educativo que no se aparte del sistema político, para que los colegios, las universidades o cualquier instituto, prepare a sus alumnos para ser burócratas, oficinistas, funcionarios públicos, asesores y consultores. Para que tengan el chip metido en la cabeza de que nada se puede lograr fuera del estado, por encima del estado, nada contra el estado.