La Internet acrecentó en 2011 su papel como medio de lucha contra los regímenes dictatoriales, que aumentaron el control de la red, lo que provocó cinco muertos y 200 detenidos, según el informe de Reporteros Sin Fronteras (RSF) difundido ayer con motivo de la jornada mundial contra la "cibercensura".
Según el informe, el año pasado cerró con una "violencia sin precedentes" contra los usuarios de Internet por sus actividades de información a través de la red.
El número de arrestos se incrementó un 30 por ciento con respecto a 2010, agrega la organización, que señala que 120 de esos "ciberdisidentes" permanecen encarcelados.
Reporteros Sin Fronteras también denuncia las "medidas desproporcionadas" adoptadas por "países llamados democráticos para proteger los derechos de autor".
Venezuela quedó fuera de la lista negra. Doce países integran la lista de "enemigos de Internet" establecida por la organización defensora de la libertad de prensa, que señaló que en esos Estados el acceso a la red está total o parcialmente restringido, filtrado y sometido a propaganda oficial.
Bahrein y Bielorrusia, que hasta ahora eran países "bajo vigilancia", entran en esa lista, que comparten con Arabia Saudí, Birmania, Corea del Norte, Cuba, Irán, Uzbekistán, Siria, Turkmenistán y Vietnam. Llama la atención que de ella salieron Venezuela y Libia.
Sin embargo, RSF afirma que el incremento de la "lista negra" de sitios web prohibidos y el bloqueo de Internet durante las manifestaciones se sumaron al arresto de bloggeros y otras medidas de presión, enmarcados en una nueva ley de control de la red aprobada en enero pasado.