Ministros de 80 países adoptaron ayer en el Foro Mundial del Agua de Marsella (Francia) una declaración para "acelerar el acceso al saneamiento y el agua potable" a la que se opone Bolivia por considerarla centrada en la "privatización".
En un mundo en el que 80 millones de personas están privadas de saneamiento y de agua potable, los titulares del Medio Ambiente presentes en el Foro aprobaron "por aclamación" un texto, en señal de sus "esfuerzos por superar la crisis del agua".
Poco después de la aprobación, el ministro boliviano del Medio Ambiente, Felipe Quispe Quenta, expresó su rechazo: "No acompañamos esa Declaración" porque creemos que estimula "la privatización de los servicios del agua".
Bolivia considera "obligación del Estado garantizar y gestionar el derecho al agua", añadió. / AFP