Por diferentes circunstancias, el torneo tuvo un paréntesis de ocho años y después se volvió a disputar, pero bajo un nuevo y novedoso formato. Se jugó sin sede fija en tres grupos, con tres equipos cada uno en partidos de ida y vuelta.
La misma historia. Habida cuenta que La Paz ese año no contaba con un escenario adecuado (el estadio Siles estaba siendo refaccionado para los Juegos Bolivarianos del '77), se llevan los partidos a Oruro.
Allí se enfrenta a Chile y Perú. Ante los chilenos se tuvo un buen comienzo pero los “incaicos” nos devolvieron a la realidad.