Hace mucho que países como Holanda, Dinamarca o Suiza tienen embajadores en Silicon Valley, la zona cercana a San Francisco (EEUU) donde radica la mayoría de los gigantes tecnológicos como Google, Apple, Facebook o Microsoft, entre decenas de otros. Fue la manera de estas naciones de reconocer el gran poder que han adquirido estas compañías, al punto que hoy compiten con los estados, tal como lo ha manifestado recientemente el líder ruso Vladimir Putin, a quien no le gusta nada la idea de que Twitter o Youtube puedan bloquear a un presidente poderoso como Donald Trump. Otro día lo marcarán a él como indeseable y no habrá cómo evitarlo. A partir de ahora, los países también tendrán que mandar representantes ante los laboratorios que producen las vacunas contra el Covid. Hoy, todos los gobiernos del mundo están rogando que se apuren a entregar los pedidos para controlar una pandemia que no supieron anticipar y que se les salió de las manos. La batalla ya está en marcha y por ahora, las empresas están ganando.