Los más viejos recuerdan un dicho muy popular en Bolivia. Es triste recordarlo, pero no queda otra en las actuales circunstancias. “Más se perdió en la guerra…y más roban en Yacimientos”, se decía cuando había que consolarse de alguna forma, como suelen hacerlo los tontos con el mal de muchos. Lo realmente estúpido es que pese a tantas malas experiencias que han rodeado a la petrolera estatal, los bolivianos sigamos considerándola una empresa estratégica, pese a que la mejor opción que se pudo tomar para recuperar la industria del gas fue privatizarla, palabra satánica para los que después la devolvieron al ruedo estatal con el objetivo de acometer un nuevo saqueo. Han pasado seis meses desde que los bolivianos hicimos huir al jefe de la banda que destruyó YPFB, donde ocurrieron episodios dignos del Far West y la pobre Yacimientos sigue a tropezones. ¿Seguiremos consolándonos?