Nadie hubiera imaginado que el destino nos brinde a los bolivianos la gran oportunidad de demostrar que somos los más decentes, justos y coherentes del mundo, tal como lo hemos venido exigiendo en los últimos meses a raíz del caso de los nueve aduaneros detenidos en Chile y sometidos a un proceso judicial "detestable", "inexistente", "absurdo" y un sinfín de epítetos más. A pocos días de la liberación de nuestros compatriotas, han sido detenidos en las cercanías de Uyuni, dos carabineros chilenos que habían penetrado territorio boliviano porque supuestamente estaban persiguiendo al conductor de un vehículo robado. Es increíble la similitud de los detalles de este incidente con el ocurrido hace un par de meses con los funcionarios bolivianos, detenidos en supuesta comisión de un delito (según los chilenos) o en plena actividad de combate al contrabando (según los bolivianos). Si no se aplica el operativo revancha como todos están temiendo y si los bolivianos realmente somos lo que predicamos, esos dos carabineros ya deberían estar en libertad.