Unos 800 agentes de los cuerpos de seguridad del Estado ocuparon ayer la favela de Mangueira, una de las más populosas de Río de Janeiro, en un intento por desalojar de esa barriada a los narcotraficantes que la han dominado durante décadas. Las autoridades habían adelantado que la ocupación se llevaría a cabo ayer, lo que permitió la fuga de los delincuentes y también que las fuerzas de seguridad entraran al intrincado barrio sin encontrar ningún tipo de resistencia. La operación contó con el apoyo de seis blindados de la Marina y cinco helicópteros y se enmarca en los planes del Gobierno de llevar seguridad a las zonas más pobres de las ciudades. / EFE