La Asamblea Nacional de Venezuela abrió ayer el camino para "enjuiciar" al presidente Nicolás Maduro al autorizar a un grupo de magistrados exiliados procesarlo por presuntos hechos de corrupción vinculados a la constructora brasileña Odebrecht. Sin embargo, el juicio no tendrá ninguna repercusión debido a que esos jueces no son reconocidos por las autoridades locales.
Al grito de "¡Libertad, libertad!", la mayoría opositora del Congreso aprobó por unanimidad una solicitud de antejuicio de mérito contra Maduro que fue realizada por una treintena de magistrados exiliados que integran el llamado "Tribunal Supremo Justicia en el exilio". Estos fueron nombrados el año pasado por el Legislativo y huyeron del país luego de las amenazas. / EFE