El control de precios de derivados de soya en el mercado interno no tiene sentido, indicaron fuentes del sector oleaginoso, si se toma en cuenta la posición de la Asociación Nacional de Avicultores (ANA), que en un comunicado aseguró que en reiteradas ocasiones propuso pagar "al precio de indiferencia de exportación más el impuesto".
Además, los industriales toman la palabra de los avícolas y aceptan la propuesta, con lo que el sector considera que se disipa toda acusación de prácticas abusivas a la hora de comprar el grano. Además dejan en claro que el precio que se paga al productor de manera voluntaria, libre y espontánea entre las partes, en base a la cotización internacional. La industria compra el 100% del grano de soya y 100% del girasol.