El secretario general de las Naciones Unidas(ONU), António Guterres en su “Informe de Políticas sobre el Impacto del Coronavirus en América Latina y el Caribe”, puso en alerta la mayor contracción económica de la región en un siglo, como efecto de la pandemia coronavirus COVID-19 que dejará un saldo de 45 millones de pobres, dejando en la línea más extrema a un 37,2 % de la población.
"En un contexto en el que ya existen enormes desigualdades, niveles elevados de trabajo informal y servicios de salud fragmentados, las poblaciones y las personas más vulnerables son una vez más las más afectadas", expresó Guterres.
El representante de las Naciones Unidas reclamó a los Gobiernos de la región y a la comunidad internacional un apoyo decidido a las personas más vulnerables.
Una situación preocupante. Para António Guterres, las provisiones para capear esta crisis deben diseñarse con la meta de transformar el modelo de desarrollo vigente y reconstruir una economía más igualitaria que impulse el crecimiento de la región y el bienestar de toda su población.
En un mensaje de video, el líder de la ONU dijo que en una región en la que los niveles de desigualdad se han vuelto ya insostenibles, se deben “desarrollar sistemas integrales de bienestar social accesibles para todas las personas”.
En la misma perspectiva. La secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) coincidió con Guterres en la urgencia de transformación del modelo económico de la región “más desigual del mundo” a la luz de la pandemia. “América Latina y el Caribe es una región que ya venía por siete años con un crecimiento muy bajo y con brechas estructurales de un modelo de desarrollo insostenible que se han exacerbado por una muy débil protección social, sistemas de salud fragmentados y profundas desigualdades”, explicó Alicia Bárcena.
Según las proyecciones de la CEPAL, el decrecimiento del Producto Interno Bruto latinoamericano alcanzará un 9,1 % este año y el impacto social de esta caída será muy agudo.
Indicadores inquietantes. El desempleo, la pobreza, la pobreza extrema y la desigualdad aumentarán de forma importante en una región donde la inequidad ya era profunda antes de la crisis, apuntó Guterres. Se estima que de 2019 a 2020, el desempleo pasará de 8,1 % a 13,5 %, es decir, que habrá más de 44 millones de personas sin trabajo.
La tasa de pobreza subiría un 7 % para llegar a 37,2 % de la población, es decir 230 millones de personas vivirán en situación de pobreza, mientras que 96 millones estarán en condiciones de pobreza extrema, tras un incremento de 4,5 %. Estos datos provocarán un alza de 4,7 % en el índice de Gini, el indicador para medir la desigualdad.
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