El ministro de Educación, Adrián Quelca tiene título de profesor, pero ya sabemos que a duras penas podría pasar un examen de ortografía. Por su vocabulario y los modales que ha demostrado en las redes sociales, es posible que tampoco hubiera sido un estudiante destacado y probablemente el director de su colegio lo recuerda mejor que sus maestros. Quienes conocen al dedillo sus antecedentes son sus colegas sindicalistas y algunos aseguran que jamás agarró tiza y pizarrón, nunca corrigió exámenes y tampoco sabe lo que es bregar con los alumnos. Por eso es que en la primera reunión que tuvo el ministro con las organizaciones del magisterio le hicieron saber que no están dispuestos a pasar clases virtuales, tal como sucedió este año. Como sabemos, la epidemia del Covid podría tener un rebrote y en el mejor de los casos, el año escolar 2021 se desarrollará en la modalidad semipresencial. Pero no hay caso, los maestros no quieren saber de computadoras. En su lugar le exigieron el cumplimiento de ascensos de categoría, los pagos retroactivos, incluyendo a los que no trabajaron durante la pandemia y también cargos en direcciones.