Miles de personas protestaron ayer en 30 ciudades de Brasil en contra de lo que consideraron un intento de "golpe" contra la presidente Dilma Rousseff, que encara un juicio político que podría terminar con su destitución.
"¡No va a haber golpe!", gritaban los manifestantes, en su mayoría vestidos de rojo, color del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) de Rousseff. Las manifestaciones, convocadas por centrales sindicales y movimientos sociales, reunieron a 45.000 personas según la policía y a 275.000 según los organizadores, informó el portal G1 de Globo. "Estoy aquí para protestar contra la aberración política", dijo Clarise De Almeida. / AFP