La III Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de América del Sur y Países Árabes (ASPA) de este lunes y martes en Lima se inauguró con promesas de mayor integración política y comercial entre los dos bloques, y con una sorpresiva tensión entre Bolivia y Chile como telón de fondo.
Un consejo de ministros de Relaciones Exteriores de Sudamérica y los países árabes trabajaron el lunes el documento final de la "Declaración de Lima", que suscribirán mandatarios y representantes de ambas regiones.
La Cumbre, para la que se dispuso de un fuerte dispositivo de seguridad con más de 10.000 policías desplegados en Lima, se realiza en momentos de efervescencia política en el mundo árabe por la guerra civil en Siria. Y con una inesperada tensión de última hora entre los gobiernos boliviano y chileno por declaraciones cruzadas de sus respectivos presidentes respecto a la demanda boliviana de una salida al Océano Pacífico.
El presidente boliviano, Evo Morales, dijo poco después de llegar a Lima el lunes que "el gobierno de Chile no solamente es una amenaza para Bolivia, sino también para Perú; Chile es un peligro para la región" afirmó al referirse a su par chileno, Sebastián Piñera, quien se opone a la demanda boliviana de acceso soberano al mar que perdió ante Chile.
Piñera había dicho el jueves en Santiago que, como presidente, "va a hacer que se respeten los tratados que Chile ha firmado" y va a "defender con toda la fuerza del mundo nuestro territorio, nuestro mar, nuestro cielo y nuestra soberanía".
Morales enfatizó que América Latina pasa por "tiempos de integración y tratar de utilizar toda la fuerza contra un país vecino, contra un pueblo, no lo entiendo".
El gobernante boliviano dijo que "es importante profundizar un debate regional" con el fin de que su país vuelva a tener acceso al Pacífico, aunque no indicó si haría ese planteo en el marco de la cumbre que se desarrolla en Lima.
"Una de las cosas que Perú ha planteado con más fuerza es el tema del desarme y la resolución pacífica de conflictos", dijo el canciller peruano, Rafael Roncagliolo, sin aclarar a qué aludía con ese reclamo.
Se aguarda que la guerra civil en Siria y la situación política en Paraguay, los dos grandes ausentes en la cumbre por estar suspendidos en sus respectivos bloques, sean asuntos mencionados en la declaración final.