Bolivia debe ser el único país del mundo donde el gobierno decide pelearse con los médicos justo cuando más los necesitamos. No hablamos de los gobernantes, pues ellos se hacen atender en Cuba, en una clínica privada o en Brasil, sino de los millones de bolivianos que están amenazados por el enemigo más letal que haya azotado al mundo en los últimos tiempos. Ya sabemos que al MAS le interesa muy poco la salud de la población, de otra forma no hubieran descuidado tanto el sistema sanitario, justo en el periodo en el que las arcas estuvieron llenas como nunca y el dinero hubiera alcanzado para hacer las más grandes transformaciones en materia social. Pero aquí estamos, mandando a la gente a aguantarse y a recurrir a los curanderos, haciendo alarde de unas cuántas vacunas y haciendo politiquería de la peor, con una ley absurda que no solucionará absolutamente nada y que sólo desatará un conflicto que empeorará la emergencia. Pero ya sabemos, eso no le importa al gobierno.