Avalancha de candidatos

La noticia de que ya se registraron 15.890 candidaturas para las elecciones subnacionales 2026 puede leerse como una señal de vitalidad democrática. Sin embargo, una avalancha de candidatos no es necesariamente una buena noticia. Mucho menos si esa avalancha no viene acompañada de ideas claras, propuestas viables y proyectos serios para mejorar el país, las alcaldías y las gobernaciones. La alta cifra informada por el TSE refleja competencia, sí, pero también dispersión, improvisación y, en muchos casos, reciclaje político. El riesgo es que esta multiplicación de postulantes oculte la ausencia de una visión distinta de desarrollo y gestión pública. No se trata de cuántos quieren llegar al poder, sino de para qué y con qué modelo. La esperanza ciudadana no está en los números, sino en que al menos exista una avalancha de ganas de avanzar y no de retroceder. Porque mientras algunos sectores, como la COB y otros afines, insisten en volver al viejo esquema del MAS, ese mismo que nos empujaba hacia la miseria al estilo Cuba o Venezuela, el país necesita mirar hacia adelante. Más candidatos no significan más futuro.