
El fútbol francés atraviesa horas de profundo pesar tras confirmarse el fallecimiento de Jean-Louis Gasset, reconocido entrenador y figura clave en la historia reciente del balompié galo. De extensa trayectoria, fue uno de los grandes arquitectos del Paris Saint-Germain multicampeón de la década pasada y un técnico respetado por su conocimiento, liderazgo y valores humanos.
Gasset fue la mano derecha de Laurent Blanc entre 2013 y 2016 en el PSG, período en el que el club parisino conquistó tres títulos consecutivos de Ligue 1 y múltiples copas nacionales, dando inicio a una hegemonía que se mantiene hasta hoy, con 11 campeonatos ganados en los últimos 13 torneos domésticos.
El Olympique de Marsella, su último club, le dedicó un emotivo mensaje de despedida: “Hoy, el club ha perdido mucho más que un entrenador: ha perdido una figura respetada en el fútbol, un técnico experimentado y alguien profundamente comprometido con los valores humanos del deporte”. Con el OM, Gasset logró evitar el descenso, hazaña que también había conseguido anteriormente con otro histórico como el Saint-Étienne.
Si bien su carrera lo llevó por varios clubes, Gasset estuvo profundamente ligado al Montpellier, institución en la que disputó 263 partidos como futbolista a lo largo de una década y a la que dirigió en distintas etapas, la última en abril de este año. Antes de su llegada al club azul y naranja, también tuvo un paso por el Béziers DFC. Desde el mundo del fútbol, las muestras de afecto no tardaron en llegar. Kylian Mbappé expresó su pesar en redes sociales: “Una enciclopedia del fútbol se ha ido. Gracias por todo y descanse en paz. Mis condolencias a su familia y allegados”.
A nivel selecciones, integró el cuerpo técnico de Francia junto a Laurent Blanc entre 2010 y 2012, y en 2024 protagonizó un episodio tan singular como recordado con Costa de Marfil. Tras una fase de grupos irregular en la Copa Africana de Naciones —con una dura goleada sufrida ante Guinea Ecuatorial— fue destituido del cargo. Sin embargo, el equipo logró clasificarse de manera agónica y terminó consagrándose campeón bajo la conducción interina de Emerse Faé, en una campaña histórica.
Montpellier también expresó su dolor por la pérdida: “Dejó una huella imborrable en todos los que lo conocieron por su profesionalismo, amabilidad y pasión por transmitir su conocimiento. Perdimos a una de nuestras figuras emblemáticas”. Hoy, el fútbol francés despide con tristeza a un entrenador que dejó una marca indeleble dentro y fuera de la cancha.