
El Tribunal de lo Laboral de París condenó este martes al París Saint-Germain a pagar los atrasos salariales adeudados a Kylian Mbappé, aunque desestimó el resto de las reclamaciones presentadas por el futbolista, quien exigía más de 260 millones de euros (unos 281 millones de dólares).
El fallo obliga al club parisino a abonar los salarios y primas impagas del delantero, estimados en 55 millones de euros (alrededor de 59,4 millones de dólares). A ese monto se suman las vacaciones no pagadas, lo que eleva la cifra total a 61 millones de euros (cerca de 65,9 millones de dólares), según el cálculo realizado por los abogados del jugador.
Además, el tribunal ordenó la ejecución provisional de la sentencia, lo que implica que el PSG deberá efectuar el pago incluso si decide recurrir el fallo, una posibilidad que se considera altamente probable.
La Justicia también rechazó todas las pretensiones del club francés, que reclamaba 450 millones de euros (aproximadamente 486 millones de dólares) al considerar “desleal” el comportamiento de Mbappé. El PSG argumentaba que el delantero conocía desde hacía tiempo su intención de abandonar el equipo tras la temporada 2023-2024, pero no lo comunicó oficialmente.
Los abogados del futbolista se mostraron satisfechos con la resolución, pese a que el monto concedido fue inferior al solicitado inicialmente. “Llevamos 18 meses reclamando el pago de los salarios que se le debían y eso es exactamente lo que hemos obtenido”, declaró a la salida del tribunal la abogada Delphine Verheyden.
Por su parte, Frédérique Cassereau, también representante legal del jugador, consideró que sería “elegante” que el PSG no apelara una sentencia que calificó de “histórica”, al fortalecer los derechos de los futbolistas frente a los clubes.
El conflicto legal se originó tras la salida de Mbappé rumbo al Real Madrid en el verano de 2024, cuando llegó libre y sin que el club español pagara indemnización de traspaso. El PSG dejó de abonarle los últimos tres meses de salario, al considerar que estos formaban parte de un acuerdo verbal alcanzado al inicio de la temporada, cuando el jugador comunicó que no haría uso del tercer año opcional de su contrato, que se extendía hasta 2026.
Como consecuencia, el club lo apartó del primer equipo y solo lo reintegró tras ese supuesto pacto verbal. Sin embargo, Mbappé negó la validez del acuerdo, alegando que nunca fue inscrito oficialmente en la Liga ni se establecieron cifras concretas.