Entre 2020 y 2025 la planta Warnes de Soboce, la principal cementera del país, encaró un profundo proceso de transformación tecnológica y sostenibilidad, gracias a la automatización de sus procesos.
Las transformaciones fueron mostradas a un grupo de periodistas que visitó la planta ubicada en el municipio cruceño del mismo nombre, el pasado 27 de noviembre. Allí se observó el paso a paso de la producción de cemento y las 15 mejoras estratégicas aplicadas desde el 2020.
Una de las estrellas de la planta son sus molinos verticales de industria alemana con tecnología que permite mayor eficiencia energética, menor impacto de la huella ambiental y mayor estabilidad en la producción.
También resalta un centro de monitoreo digital donde se controla todo el proceso de producción. Además otro punto sensible es el de la seguridad y en ese punto el acceso a la planta sigue altos estándares y se realiza con equipos imprescindibles como cascos, chalecos fluorescentes, gafas y en determinadas áreas con ruido constante incluso se exige protectores para los oídos.
La planta Warnes, que lleva 30 años en funcionamiento desde octubre de 1995, tiene una capacidad para producir entre 35.000 y 45.000 toneladas mensuales. Una de sus áreas donde se aplicó grandes mejoras es la de ensacado, que se automatizó completamente y tiene capacidad para envasar entre 2.000 y 2.300 bolsas por hora.
La última etapa es la paletización, donde el producto es almacenado, en bloques de 30 bolsas cada una, para ser distribuido. Anteriormente se usaban estibadores, pero ahora todo se realiza mediante máquinas y montacargas que funcionan con motores eléctricos.
