Las autoridades nigerianas lograron este domingo (07.12.2025) la liberación de 100 escolares que habían sido raptados por hombres armados el mes pasado en Papiri, en el estado de Níger, en uno de los peores secuestros masivos del país hasta la fecha. La información fue confirmada por medios locales y una fuente de Naciones Unidas, pero se desconoce el destino de los 165 menores que, se cree, siguen cautivos.
El 21 de noviembre, 303 estudiantes y 12 miembros del personal administrativo fueron secuestrados del internado mixto St. Mary"s, en el estado de Níger, centro-norte del país. Unos 50 de ellos lograron escapar poco después, dejando a 265 en manos de los secuestradores. No se sabe si el rescate de los otros 100 escolares se produjo mediante negociaciones con los atacantes o a través del uso de la fuerza.
Los 100 niños rescatados llegaron a la capital nigeriana, Abuya, y está previsto que sean entregados a las autoridades del estado de Níger el lunes, según la fuente de las Naciones Unidas consultada por la agencia AFP. Medios locales señalan que los jóvenes rescatados están siendo sometidos a chequeos médicos. Sunday Dare, portavoz presidencial, también confirmó la liberación.
No han sido notificados
"Hemos estado rezando y esperando su regreso; si es cierto, es una noticia alentadora", declaró Daniel Atori, portavoz del obispo Bulus Yohanna, de la diócesis de Kontagora, que administra la escuela atacada. "Sin embargo, no tenemos conocimiento oficial y no hemos sido notificados por el gobierno federal", lamentó Atori. La Asociación Cristiana de Nigeria y las autoridades del estado de Níger tampoco tenían confirmación oficial.
El ataque de Papiri siguió un patrón que ya es conocido en Nigeria: hombres armados a bordo de motocicletas ingresaron a los dormitorios de la escuela alrededor de las 2 a.m., y permanecieron en el lugar por más de tres horas antes de huir con los cautivos hacia los bosques cercanos.
Aunque los secuestros para pedir rescate son comunes en el país como una forma que tienen delincuentes y grupos armados de obtener dinero rápido, la oleada de ataques de noviembre puso de relieve la ya de por sí grave situación de seguridad en Nigeria. El país se enfrenta a una prolongada insurgencia yihadista en el noreste, mientras que bandas de bandidos llevan a cabo secuestros y saquean aldeas en el noroeste.
