El gerente general de Boliviana de Aviación (BoA), Juan José Galvarro, informó que entre enero y octubre de este año la aerolínea estatal acumuló una pérdida de 215 millones de bolivianos y mantiene deudas por 37 millones de dólares.
Señaló que todas las aeronaves que permanecen en tierra generan costos financieros elevados, a lo que se suman las moras en los pagos, que representan un gasto adicional. El martes pasado,BoA comunicó que contabacon una flota de 20 aeronaves, pero que solo la mitad estaba operativa.
“En términos económicos, nosotros tenemos, de acuerdo a lo levantado hasta la fecha, de enero y octubre, una pérdida estimada de 215 millones de bolivianos. Tenemos una deuda con arrendadores, proveedores de partes y proveedores de motores, estimada en 37 millones de dólares”, informó Galvarro en entrevista con Unitel.
Al ser consultado sobre posibles casos de corrupción en la empresa estatal, explicó que se ejecutan investigaciones y que llegaron algunas denuncias que, a través de la Unidad de Transparencia, se enviaron al Ministerio de Obras Públicas.
Falta de naves y problemas en itinerarios
Ayer, la Dirección General de Aeronáutica Civil(DGAC) informó que, en la anterior gestión, se aprobó un plan para que BoA opere entre noviembre y diciembre con 13 aeronaves, pese a que solo había disponibilidad de 10 en los últimos días.
La diferencia ocasionó retrasos y cancelaciones de vuelos, por lo que ahora la empresa busca reactivar las 13 naves para cumplir el plan de operaciones.
Galvarro dijo que actualmente 11 están en operación y que esperan completar las dos restantes hasta el 15 de diciembre, con lo cual alcanzarían las 13 requeridas.
“Actualmente hemos recuperado ya una aeronave de corto alcance, estamos con 11, la previsión es hasta el 15 de diciembre poder completar dos aeronaves más en un plan de contingencia que ya se presentó atrás del ministerio a presidencia”, agregó.
Se prevé que entre enero y febrero la aerolínea recupere más aviones para alcanzar un nivel óptimo de entre 14 y 15 aeronaves en operación.
El gerente de BoA señaló que, en un plazo no mayor de 30 días, se implementará un nuevo itinerario más confiable, elaborado en función de la capacidad operativa real de las naves, con el objetivo de devolver seguridad al usuario y evitar demoras en los servicios.
“Al generar un itinerario mucho más eficiente, estamos apuntando a reducir las demoras, a generar mayor puntualidad y poder atender al pasajero de mejor manera”, afirmó.
