
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, mantuvo este lunes conversaciones con sus homólogos europeos, liderados por Emmanuel Macron, en un intento por influir en el controvertido plan de Donald Trump para poner fin al conflicto en Ucrania.
La visita de Zelenski a París se produce tras el mayor avance ruso en el frente ucraniano en más de un año, según datos del Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW) analizados por AFP. El mandatario ucraniano enfrenta además presiones internas y externas, debido a un escándalo de corrupción que afecta a su gobierno y a la insistencia de Washington por alcanzar una solución rápida.
Hace diez días, Estados Unidos presentó un proyecto de paz en 28 puntos sin la participación de los aliados europeos de Kiev, aunque posteriormente realizó enmiendas tras consultas en Ginebra con europeos y ucranianos. Desde entonces, la diplomacia estadounidense ha intensificado los contactos para cerrar el plan.
El negociador ucraniano, Rustem Umerov, sostuvo el domingo en Florida una reunión con el enviado estadounidense Steve Witkoff. Umerov informó de “avances significativos”, aunque aclaró que ciertos puntos aún requieren “ajustes”. Este lunes, ambos diplomáticos dialogaron nuevamente con Zelenski y Macron.
Macron enfatizó que cualquier acuerdo “solo puede finalizarse” con la participación de Kiev y los europeos “alrededor de la mesa”. Subrayó que aspectos como el reparto de territorios, los activos congelados rusos, las garantías de seguridad y la adhesión de Ucrania a la Unión Europea requieren consenso europeo.
El plan inicial de EE. UU. planteaba la retirada total de las fuerzas ucranianas de Donetsk y un reconocimiento implícito de Donetsk, Lugansk y Crimea como territorios rusos. También exigía reducir el tamaño del ejército ucraniano y prohibir en su Constitución la adhesión a la OTAN, medidas consideradas excesivamente favorables a Moscú.
Los países europeos insisten en que no se imponga una “paz dictada” a Ucrania. El canciller alemán, Friedrich Merz, advirtió que no permitirán que Kiev sea sacrificada en las negociaciones. Líderes de Reino Unido, Polonia, Italia, así como autoridades de la UE y la OTAN, participaron en llamadas con Zelenski y Macron para reforzar la posición europea.
A pesar de los avances diplomáticos, Marco Rubio, secretario de Estado estadounidense, señaló que “se requiere más trabajo” para concretar un acuerdo, aunque Trump se mostró optimista sobre la disposición de Moscú y Kiev para poner fin al conflicto. El presidente estadounidense destacó que Ucrania no se encuentra en una posición de fuerza por el escándalo de corrupción que sacude a su gobierno.
En el plano interno, Zelenski cesó el viernes a su jefe de gabinete, Andrii Yermak, tras registros de la policía anticorrupción. Mientras tanto, en el terreno, Rusia sigue avanzando en el este de Ucrania. En noviembre, el país conquistó 701 km², el segundo mayor avance desde los primeros meses de la guerra en 2022.
Este lunes, un ataque ruso con misiles dejó al menos cuatro muertos y 22 heridos en Dnipró. Por su parte, Olena Zelenska, esposa del mandatario ucraniano, visitó Francia para participar en la iniciativa “Bring Kids Back”, que ha permitido recuperar cerca de 2.000 niños ucranianos desplazados por Rusia, un acto calificado como crimen de guerra por la Corte Penal Internacional contra Putin.