Honduras amaneció este lunes sumida en la incertidumbre electoral tras confirmarse un “empate técnico” entre los dos candidatos conservadores que disputan la presidencia: Nasry “Tito” Asfura, del Partido Nacional, y Salvador Nasralla, del Partido Liberal.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) informó que, con el 57% de las actas procesadas, Asfura mantiene una ventaja mínima de apenas 515 votos, diferencia insuficiente para declarar un ganador en un proceso que ahora pasa al escrutinio manual.
La presidenta del CNE, Ana Paola Hall, comunicó los primeros datos en la red social X, destacando que se trata de una contienda “demasiado cerrada” y que el conteo total podría extenderse durante varios días.
El estrecho margen ha obligado a ambos bandos a mantener cautela. Sin embargo, Nasralla afirmó en X que sus sondeos internos lo proyectan como ganador con el 44,6% frente al 39,8% de su rival, aunque subrayó que no se declarará vencedor antes de tiempo.
Los resultados preliminares, con el 44,23% de las actas contabilizadas, también muestran a la candidata oficialista Rixi Moncada, del izquierdista Partido Libertad y Refundación (Libre), relegada a un distante tercer lugar con el 19,42% de los votos.
La jornada electoral transcurrió el domingo con relativa normalidad, reuniendo a más de 2,8 millones de votantes de los 6 millones habilitados, una participación destacada para un país marcado por la desconfianza institucional.
No obstante, los primeros resultados tardaron más de una hora en publicarse debido a fallas técnicas en el CNE, lo que generó molestia entre observadores y candidatos, especialmente Asfura, quien exigió a Hall que difundiera el informe preliminar.
“No tengamos a un país en espera, en tinieblas. Cumpla su deber”, reclamó el aspirante del Partido Nacional antes de conocerse los primeros datos, en un mensaje que reflejó la tensión del momento.
Las elecciones estuvieron fuertemente marcadas por la inesperada intervención del presidente estadounidense Donald Trump, quien pidió abiertamente el voto por Asfura y prometió “mucho apoyo” para Honduras si este resultaba electo.
Trump calificó al empresario de origen palestino como “el único verdadero amigo de la libertad en Honduras” y sugirió que juntos podrían combatir a los “narco-comunistas”, además de enfrentar al presidente venezolano Nicolás Maduro.
Ese respaldo también vino acompañado de insinuaciones sobre un posible indulto al expresidente Juan Orlando Hernández, condenado en Estados Unidos por narcotráfico y miembro del mismo partido de Asfura, lo que añadió un matiz geopolítico al proceso.
En medio de este escenario polarizado, Honduras afronta un giro político hacia la derecha y un cierre electoral que mantiene al país en vilo. El escrutinio manual definirá finalmente quién guiará a una nación golpeada por la pobreza, la violencia y la migración masiva.
