
El presidente Rodrigo Paz salió la tarde de este sábado a los balcones del antiguo Palacio Quemado junto a su familia para mostrarse ante una concentración de seguidores que se congregaron en Plaza Murillo, donde anunció la aplicación de una política de austeridad.
Dijo que, para ordenar la casa, “no serán decisiones fáciles”, porque el país no puede continuar con el despilfarro. El presidente entiende que “la platita tiene que ser para hospitales, para colegios, para el trabajo y no para la farra de políticos”.
Paz convocó a la ciudadanía a acompañar el esfuerzo de reconstrucción nacional y en contrapartida, prometió honestidad y transparencia, trabajando junto a Dios, familia y junto a la patria para sacar adelante a Bolivia.
Aseguró que esos principios será guías de su mandato en una nueva etapa donde admite que debe aplicar medidas económicas urgentes para permitir la llegada de los dólares y abastecer de combustible a los surtidores.
Remarcó las gestiones internacionales que ha cumplido en el exterior, con el fin de que Bolivia vuelva al mundo y el mundo retorne a Bolivia para que esté conectada con la comunidad internacional.
Explicó que viajó al exterior para garantizar que “lleguen dólares que tantos nos hacen falta, y los dólares están llegando, pero ratificó que aplicará una política de austeridad y transparencia para que el dinero se destine a las necesidades del pueblo.