Tribuna

Consecuencias de ver pornografía

Consecuencias de ver pornografía
Javier Gómez Graterol - Religioso y periodista | Religioso y periodista
| 2025-10-25 08:09:22

La Iglesia define pornografía como: “sacar de la intimidad de los protagonistas actos sexuales, reales o simulados, para exhibirlos ante terceras personas de manera deliberada” (CEC n.º 2354). “La pornografía y la exaltación de la violencia son viejas realidades de la condición humana que evidencian la componente más turbia de la naturaleza humana dañada por el pecado. Durante el último cuarto de siglo han adquirido una amplitud nueva y han pasado a constituir un serio problema social” y “Nadie puede considerarse inmune a los efectos degradantes de la pornografía y la violencia, o a salvo de la erosión causada por los que actúan bajo su influencia. Los niños y los jóvenes son especialmente vulnerables y expuestos a ser víctimas” (Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, Pornografía y Violencia en las comunicaciones sociales: una respuesta pastoral)

Exponerse a verla tiene sus consecuencias. En el campo de la psicología las más destacadas son:

1. Se dice que la principal consecuencia es que es una droga que se queda alojada, mientras que las otras se salen del cuerpo, toda imagen vista o estímulo creado, se queda alojado en la memoria.

2. Afecta la “neuroplasticidad” del cerebro, debido a que lleva a una reducción de sus conexiones nerviosas. Debido a esto, el cerebro se vuelve "vago" con la disminución de ciertas áreas cerebrales. Esto puede hacer que la persona normalice y disfrute actos antes considerados desagradables o poco éticos.

3. Puede distorsionar la percepción de las mujeres, de los hombres, el rol de ambos en la relación, y las relaciones, afectando el trato mutuo en la vida real.

4. En el ámbito afectivo, el consumo frecuente de pornografía puede terminar en aislamiento, debido a que las distorsiones que causa originan dificultades sexuales: pérdida de interés por las relaciones sociales, de pareja, y una visión deformada de la sexualidad que disminuye la satisfacción con la pareja y el desempeño sexual.

5. En lo neurológico: el consumo excesivo puede alterar la llamada corteza prefrontal, afectando el control de impulsos, memoria y toma de decisiones, causando que la persona actúe con menor juicio y control.

6. La liberación excesiva de dopamina debido a la estimulación pornográfica genera una sensación artificial de placer que puede llevar a la adicción, con una necesidad constante de más estímulo para obtener el mismo efecto.

7. A largo plazo, ver pornografía se ha relacionado con disfunciones sexuales como incapacidad para conseguir erecciones o alcanzar el orgasmo en parejas reales, además de baja satisfacción y compromiso en las relaciones.

8. También se asocia con una mayor prevalencia de síntomas depresivos, ansiedad, peor calidad de vida y salud mental deteriorada. En general, el consumo compulsivo puede causar desensibilización en el sistema de recompensa del cerebro, dificultando la experiencia natural de placer y motivación.

En la próxima entrega hablaremos sobre las consecuencias espirituales. Dios con nosotros.

Javier Gómez Graterol - Religioso y periodista | Religioso y periodista